La banda regresa con su nuevo y octavo álbum, de la mano de una gira y nuevas fechas por anunciar.
Desde el primer acorde hasta el último, "Todas las cosas buenas" es un derroche de talento. El mimo y el esmero que han puesto Rufus T. Firefly se nota en cada matiz del disco, el más ecléctico de su carrera hasta la fecha, algo que ya se hace palpable en el comienzo de este viaje: el primer corte, "Canción de paz". Con su cadencia de bossa nova, el tema es una buena muestra de que el grupo ha querido probar, experimentar y seguir jugando. Las primeras emociones no tardan en llegar: basta con escuchar a Víctor Cabezuelo dando vida a una la letra que, sin duda, figura entre las más hermosas que ha escrito en toda la trayectoria de Rufus. No sólo es lo que dice, sino cómo lo dice… o mejor dicho, cómo lo canta. Rompo una lanza por la voz de Víctor, que en este álbum suena más clara, presente y llena de verdad que nunca.
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