He aquí la segunda canción de autoría propia lanzada este año por el carismático compositor y cantante de Sôber, tras el lanzamiento de “Sábanas vacías” y los de las acertadas revisiones de “Dolores se llamaba Lola” (los Suaves), “La luna me sabe a poco”(Marea) e “Y sin embargo”, de Joaquín Sabina.