Hay jueves que son jueves… y luego está el 27 de noviembre, que directamente se convirtió en viernes emocional gracias al concierto del Kanka en The Music Station de Príncipe Pío. No sé qué esperaba exactamente al entrar, pero desde luego no que un señor con ukelele me pusiera el corazón blandito en menos de 30 segundos y sin pedir permiso. La sala estaba casi a oscuras cuando apareció él, modo ninja pero versión cantautor, se plantó bajo un foco y empezó con “Eres”, solo, tranquilito, como quien empieza el día con un café pero aquí, en vez de café, te da un abrazo directo al estómago. Cuando la banda entró, lo hizo tan suave que si parpadeabas te lo perdías ero de repente… zas, ya estábamos todos dentro de la atmósfera kankera. [ crónica ]








































