Últimamente hay demasiados conciertos con olor a separación y el pasado 30 de diciembre llegó el turno de Los Chikos del Maíz. Hacía tiempo que lo venían anunciando, al poco de publicar su último álbum, “Trap Mirror”, nos comunicaban que era un punto final: era mejor dejarlo en la cresta de la ola que en una triste decadencia. [ crónica ]