Hace cosa de un año, Desvariados salieron a recorrer el país acompañando en su gira a los clásicos Burning. Entonces nos encontramos a una joven banda con ganas, actitud y un puñado de buenas y pegadizas canciones. Era fácil apreciar el potencial de los madrileños pero se les veía aún algo tiernos. Doce meses más tarde, con un contrato firmado con Warner Music y el máster obtenido al patearse las salas con unos maestros como Burning, colgaron el cartel de “no hay entradas” varios días antes para este concierto en la madrileña Sala El Sol. [ crónica ]