Dicen que Andalucía tiene duende, sus guitarras, sus cantes, su arte…. Pero el 22 de febrero en el Auditorio de el Ejido sus duendes cedieron por un día su espacio a las meigas y os tafellos que venían de la mano de los siempre inconmensurables Luar Na Lubre. Por una noche el aire mediterráneo pasó a convertirse en aire atlántico que nos hacían visualizar, verdes prados, hórreos, y los cañones del sil. Luar Na Lubre es eso, es música mezclada con historias de su tierra, con anécdotas y leyendas a ritmo de música celta y sonrisas a partes iguales. [ crónica ]
