Seguimos amoldándonos a esta nueva realidad que nos ha tocado vivir y disfrutando de la música en directo aunque sea sentados, lo que hace que se pierda un poco esa complicidad que suele haber en los conciertos cuando los vives de pie, pero es lo que hay y de hecho muchos creíamos que no íbamos a tener ni tan siquiera esto hace poco más de un mes. El relevo de las salas de conciertos, con más limitaciones para albergar estos eventos, lo están tomando aquellos locales con amplias terrazas al aire libre y en donde se puede escuchar música en directo mientras picamos o tomamos algo; y de éstos están saliendo muchos y repartidos por toda la geografía cántabra, lo cual siempre es de agradecer. [ crónica ]
