No se requiere una inteligencia atroz para cerciorarse que la constancia es la clave del éxito, cuántas veces hemos visto que no siempre vence el mejor preparado, ni siquiera el más apto o experimentado sino el que jamás se amilana, el que persiste y no arroja la toalla al primer obstáculo e inconveniencia que se le cruza en su camino. Evidentemente el ponerse hacer una cosa no garantiza que vaya a salir siempre como uno lo desea pero es mucho mejor que quedarse quieto, esperando soluciones del cielo o que la suerte llame a tu puerta. Lo habitual es que no salga a la primera y tengamos que buscar el modo o la solución idónea para lograrlo, intentarlo de maneras diferentes y absolutamente mentalizado de que una de ellas abre la puerta del triunfo definitivo. Un permanecer firmes y seguros derivado de esa voluntad de no rendirse nunca, esforzándose día a día por superarse.
Probablemente el mejor dechado de perseverancia y pasión en la música de nuestro país lo encontramos en los madrileños Hamlet, banda honesta como pocas, con una mentalidad abierta para cometer los retos y desafíos; e invariablemente firme a un propósito, poner toda la carne en el asador cuando se disponen a corresponder y complacer a sus seguidores de todas las edades sobre un escenario, afrontando el reglamento establecido con una capacidad de sorpresa y una mentalidad guerrera de proseguir en sus intenciones, esa de que tal vez con sólo un pequeño ajuste se puede cambiar el resultado final espectacularmente, proporcionado del ímpetu y vehemencia por lograr lo que se han propuesto.
La singularidad y grandeza de una propuesta no se obtiene siempre precisamente a través de una formidable capacidad de saber ensamblar todos los elementos, más bien fruto de una infatigable talento por asombrar y enriquecer el discurso, el cual se asemeja bastante al dificultoso proceso de unir átomos para generar moléculas de todo tipo. En multitud de ocasiones, en la escena metalera, no despunta el que hace la música más fuerte y aplastante, sino el que hace una buena utilización de su fuerza y contundencia expresiva, y aparte ostenta tanto una notable creatividad a la hora de asimilar todas sus influencias como un nivel de iniciativa imponente. Los madrileños Hamlet han salido airosos y victoriosos donde han naufragado muchos otros, no siguen fórmulas preestablecidas (Como muchas de las bandas metaleras actuales) sino que se dedican a hacer canciones con vida propia e independiente, buscando continuamente nuevas formulas que den un giro diferente a su método compositivo pero sin perder sus señas de identidad ni ese aura instrumental con el que han creado escuela.
Hamlet
En tiempos de crisis se tiende a ahorrar más de la cuenta por miedo a quedarse sin empleo a no poder pagar la hipoteca si uno se queda en el paro, hasta incluso se renuncia a ciertos hobbies y placeres alimenticios en favor de poder tener unas dignas vacaciones. Que el Kafe Antzokia no registrase un lleno absoluto es debido a todo ello y en particular porque hacía casi seis meses que habían tocado en la sala RockStar Live, en el festival gratuito Barakaldo Rockaldia y pese a que la nueva venida contase con el incentivo de la grabación de imágenes para su próximo DVD en directo. Aún así podemos hablar de una afluencia de público muy notable si lo comparamos con los castañazos que se están pegando la amplia mayoría de bandas que visitan Bilbao y los alrededores.
Ver a Hamlet se está convirtiendo en una tradición apostólica, si vas a verlos es porque te encantan, son buenísimos y cuentan con unos temas impresionantes que funcionan solos, unos músicos que transmiten un sentimiento real y una energía contagiosa la cual hace vibrar la piel de todos los devotos que los adoran. Pocos minutos antes de la diez, las luces se apagaron y la sintonía que abre su último disco “Amnesia”, servía de antesala para un recibimiento espectacular del público gritando el nombre de la banda; propiciando que dicho frenético entusiasmo fuese correspondido por el propio Molly desde el inicio, dirigiéndose, sin más preámbulos, al gentío con los brazos abiertos, para dar las correspondientes buenas noches en el idioma vasco y preguntar si estábamos preparados ante la tremenda descarga de poderío musical que nos venía encima.
Empezaron brutales, desafiando la ley de la gravedad con una de sus nuevas creaciones “La Fuerza Del Momento”, teniendo como principal sustento la fuerza de sus guitarras y un centro de gravedad permanente fijado en la voz potente, clara y dominante de Molly, siempre en primer plano, aportando una importante dosis alta de talento que hacía ganar al grupo en fuerza y rotundidad. A continuación llegaron “Limítate”, “Mi Soledad”, “Entre La Niebla” y “Vivo En El”, una buena declaración de intenciones en la primera recta de show para dejar claro de que iban a dejarnos exhaustos y casi sin vida. A estas alturas del concierto, poca debía ser la gente allí presente que no estuviera impresionada por el gran estado de forma de los miembros de la banda, siendo especialmente destacable el caso de Luis Tárraga, que a pesar de haber sufrido hace poquito una lesión en una de sus piernas, no paraba de saltar espectacularmente y atreverse incluso a lanzarse de espaldas al público en una vandálica “Egoísmo”, para sentirse por un instante un dios celestial, recibiendo gloriosas alabanzas mientras era llevado a volandas hasta el centro de la sala.
Hamlet
No hay que olvidar que por mucho que digan que la escena nacional metalera se ha revitalizado y que hay más bandas que nunca, el panorama de bolos por la zona norte del país sigue llegando a cuentagotas y cada uno se convierte en un nuevo soplo de vida para muchos de nosotros. El repertorio se basó principalmente en su último trabajo “Amnesia”, una obra de una solidez innegable con posibilidades de apertura a un público más amplio, canciones rabiosas que nos recuerdan esos días en que eran mucho más directos y mordaces, con un punto equilibrio entre melodía y distorsión, exponiendo al límite la magnitud y destreza de la formación a la hora de ejecutar su particular visión de entender el metal. Por lo tanto la tarea era cuestión de coser y cantar siempre que sus seguidores se hubiera traído los deberes hechos, de saberse de sobra esas nuevas composiciones. “Deja-Vu” y “La Sombra Del Pasado” certificaron su actual potencial creativo aunque la peña recibió con mayor agrado y locura otros como “Desesperación” y “Al Tercer Día”, este último era una de las novedades del repertorio puesto que ha sido incluida en la segunda parte de la gira y aún no habíamos tenido la oportunidad de escucharla en directo.
Con la peña gozando como niños pequeños y con los músicos dando lo mejor de sí mismo, fueron cayendo algunos de sus mejores clásicos que por supuesto siguen siendo himnos generacionales y con los que se desata una escandalera del quince, “Antes y Después”, “Denuncio a Dios”, “Tu Medicina”, “Habitación 106” y como no, su cántico por antonomasia “Jodido Facha” en el que más de uno se quedo de piedra ante la desgarradora voz y el afán aventurero de Molly, quien acabo subiéndose al palco y pedir desde allí tanto el clamor del público como si estábamos preparado para lanzar un grito unánime de repulsa ante cualquier comportamiento fascista que se de en el mundo. Sólo hay un tema capaz de hacer sombra a este trallazo, en lo que se refiere a popularidad, ese es “Irracional” que provocó de nuevo otro momento de absoluta comunión entre público y músicos, incitando a la realización del muro de la muerte “Esto no es una rivalidad solo se tienen que encontrarse cuando el tema haga punch, norte-sur, derecha-izquierda”, y quedase inmortalizado como la primera vez que se lleva algo así en un concierto suyo.
Después de aquellos momentos tan ardorosos y penetrantes aprovecharon para bajar revoluciones con “Imaginé”, único tema tranquilo del set list de aquella noche, para recuperar posteriormente el punch de antaño con “Dementes Cobardes”, en donde Molly tomó aire previamente para llevar a cabo un inciso en su discurso musical “cada noche debería ser una gran dosis de motivación para cualquier banda, como lo es para nosotros”; y finalizar por todo lo alto con “Un Mundo EN Pausa”, un tema bordado con hilo sonoro y que se tornará en imprescindible para comprender en un futuro la evolución del metal de nuestro país
Hamlet
Una banda que cualquiera que pretenda saber de música debería ver alguna vez, su elevado nivel musical está fuera de toda duda y aunque es evidente que su pasado musical pesa lo suyo siguen haciendo valer sus galones tratando de innovar y de enriquecer su música, con la simple inquietud de hacer canciones para sí mismos y sin pretender nada más. La intensidad y entusiasmo con la que tocan llega a cotas insospechadas, encarrilando un veredicto tajante y de una certeza absoluta, músicos que sienten lo que tocan y una música como expresión de lo que son.
Set List
- La fuerza del momento
- Limítate
- Mi soledad
- Entre la niebla
- Vivo en él
- Deja vu
- La sombra del pasado
- En mi nombre
- Desesperación
- Antes y Después
- Denuncio a Dios
- Al Tercer Día
- Tú medicina
- J.F.
- Despertar sin vida
- Habitación 106
- Mi nombre es Yo
- Egoísmo
- Irracional
------------------------
- Imaginé
- Dementes Cobardes
- Un mundo en pausa