Bajo un cielo encapotado, y enmarcado dentro de la programación de las fiestas patronales de la cuidad de Rivas Vaciamadrid, llegó el pasado sábado 14 de Mayo el que año tras año se está afianzando como el festival rockero más representativo de la escena madrileña.  Si bien en otras ediciones el calor en Rivas ha sido sofocante, este año temimos por las lluvias que nos habían acompañado en jornadas anteriores. Afortunadamente el tiempo respetó dejándonos únicamente una humedad inusual en la meseta castellana.

En las redes sociales llevaban días avisando de las posibles saturaciones a la hora del cambio de entradas, las colas fluyeron rápidas y pudimos acceder sin demasiadas demoras al recinto, donde nos encontramos de sopetón con un gigantesco escenario en el que Envidia Kotxina habían comenzado su descarga de manera completamente puntual.  Debido a la hora, y a que aún había gente recogiendo las pulseras, conseguimos llegar a las primeras filas sin apenas esfuerzo.

Nos regalaron temas como “Mala patada”,  “Cuidado con lo que aprietas” o “Mis pesadillas”.  El tiempo para las versiones llegó con "Polka Miseria" de King Putreak, con la colaboración del 5º kotxino, Bruno Peinado, componente original de la mítica banda madrileña junto a los Kikes.  Trajeron una canción con más de 20 años como es “Akaba ya”, al hilo de su gira de despedida y no se dejaron en casa clásicos como “Alimañas”, “Deskiziao”, “El país de Alicia” o “Historias en blanco y negro”, para cerrar al grito de “Jamás un grupo de tíos tan malos tuvo un público tan bueno” mientras los acordes de “Ay untamiento” y“Lady Di, Lady Ño” se mezclaban con la penita de perder a esta gran banda de los escenarios. Un auténtico lujo volver a verlos.

Un montón de gente aprovechó para salir a beber entre concierto y concierto mientras llegaba otra de las bandas que ese sábado jugaba en casa: Habeas Corpus. Nos dejaron un repertorio donde recuperaron desde “Ni una más”,  “La razón del poder” o “Perdimos la ocasión”, mezclándolos con temas más habituales como “A las cosas por su nombre”, “Fascismo nunca más” (dedicada a Carlos Palomino y tantos otros) o “Mano de hierro, guante de seda”. Aunque las nubes negras amenazaban tormenta en “Después del último adiós” se vivieron pogos, círculos y walls of death a los que los madrileños nos tienen tan bien acostumbrados. La nota negativa vino de la mano de algún energúmeno que no dejó de provocar en buena parte del festi y que protagonizó varios amagos de pelea mientras bailamos “Una cuenta pendiente”.  Terminaron enhebrando “Cada vez más odio” con “Sois ejemplo”.

A pesar de que buena parte del público vio el concierto desde la grada Habeas Corpus contaron con un auténtico sonidazo que, afortunadamente, fue la tónica habitual del Rivas Rock de principio a cierre.

He tenido la suerte de estar tanto en la pre-escucha de “Cuchillas” como en el concierto de presentación que los de Burriana dieron el pasado Marzo en Madrid, y he de reconocer que tenía ganas de ver esta gira en un ambiente más festivalero. No fue para menos y parece que no fui la única ya que contaron con bastante más público que Habeas Corpus.

Repasaron su último Álbum con “Las cuchillas de tu miedo”, “Fiesta o duelo”, “No hay nada” y “Cientos de diablos”. “Veneno” apareció con un ligero amago de lluvia que no llegó y pudimos bailar entre gente abrigada en cazadoras o disfrutando del concierto en tirantes, pero todos sonriendo de la misma felicidad entre clásicos como “Enganchados”, “Vuelta al infierno”, “Soldadito español” o “Tú me vicias”. “No tengo miedo”, “Tus bragas” y “A cara de perro” remataron uno de los directos más destacables de la semana pasada.

Salir al escenario con unos pantalones de yoga, una camiseta con un perrito caliente dibujado y seguir siendo el más punky de la península es algo que solo consigue hacer Evaristo Páramos. Si a eso le sumamos que Gatillazo están en plena gira de presentación nos tendremos que alegrar de que los putos Gremlins llegaran a la ciudad con novedades como “Casi famosos”, “Fóllate al líder”, “El poder del metal” o “Cómo convertirse en nada” que da nombre al disco.

El desparrame fue imparable y casi instantáneo: “Otra canción para la policía”, “Un minuto en libertad”,  “Mucha muerte”, “No lo ve” “La vida de los esclavos” o “La del oeste”. Y si bien el puto amo dejó en casa el “Nº 1”, nos resarció de sobra a los que llevamos a La Polla Records grabada a fuego en el corazón con más temas de la mítica banda que en otros bolos. “Lucky man for you”, “Txus”, “Jhonny” (menuda sorpresa y gran elección) y un “Odio a los partidos” que nos dejó a todos con el subidón en el cuerpo.

Y por fin volvieron los S.A. a Madrid después de tantos años de censuras, prohibiciones y amagos de conciertos. Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que les vi en mi tierra, en aquél concierto la extinta Traba allá por el 2009. Aunque reconozco que S.A. son tan buenos, tan exactos y tan técnicamente perfectos que en ocasiones sus directos parecen carecer de corazón, consiguieron ponerme los pelos de punta.

A pesar de que más de uno andaba un poco mosqueado porque se estaban tocando muchas “de las nuevas” como “Nadie”,  “Polvo en los ojos”, “Dosis de violencia”, “Política del miedo” o “Cadenas de odio”; hubo un auténtico punto de inflexión en el concierto cuando Juan nos prometió caña “de la vieja escuela” y a partir de “Perra vida” todos los clásicos nos fueron cayendo encima como un bombazo: “Contra la agresión, castración”, “En el tejao”, “Ratas”, “La aventura del saber”, “Piedra contra tijera”, “Pauso bat”, “Sin dios ni ná”, “Palomas y buitres”… Madre mía que selección. La gente andaba como loca pero tampoco costaba moverse demasiado hacia delante entre pogo y pogo.  No  siempre es fácil sujetar la cerveza, el cuaderno y sacarte el setlist mientras algún desconocido te pide una de bravas o que no se te olvide apuntar que hay que comprar huevos. Eso sí, en el triplete final: “Cuando nada vale nada”,  “S.H.A.K.TA.L.E.” (con recuerdos a la Comunidad de Madrid y Cifuentes incluidos)  y “Nos vimos en Berlín” hubo una auténtica locura generalizada que espero se repita muchas veces cerca de la capital.

Me encanta la capacidad que siempre han tenido los Boikot para reinventarse y reconozco que la llegada de la trikitixa de Xabi Arakama (Xaiko, Obrint Pas) a Boikot ha sido una auténtica delicia para mis oídos.

Ya desde “Naita ná” tuvimos la mayor afluencia de público de todos los conciertos, costaba moverse “De espaldas al mundo” y no caer a diez metros “Bajo el suelo” por lo bien acompañados que estábamos por Raquel de “Yo no las conozco” y el resto de chicas que cantaron los coros. Presididos por una pantalla gigante de imágenes hipnóticas, recordaron el 80º aniversario de la Batalla del Jarama y dedicaron a los brigadistas internacionales un emotivo “Bella ciao” seguido como es costumbre de “Puente de los franceses”, que contó con la colaboración de un Juanan ataviado con el uniforme miliciano y un solo de Arakama en el Himno de Riego. No dejaron su lado más balcánico con “Bubamara” y Skalashnikov” de Emir Kusturika y Goran Bregovic respectivamente.

Seguimos para bingo con “Miro alrededor”, “Amaneció“, “Tierra quemada” y “Tequila” porque claro, todo el mundo sabe que los Boikot vienen del Jimmy Jazz. Y como de colaboraciones iba la cosa el simpático Pipi (Ska-p, The Locos) echo una mano en “Sin tiempo para respirar” y con un desparpajo nada propio para las niñas de su edad nos encontramos en el escenario a una niña cantando “Inés” que junto al clásico de Piperrak, “Kualkier día”, cerraron el que a mi parecer fue el mejor concierto de la jornada.

Y tras los Boikot llegó la Desbandada. Y no me refiero al grupo de Kike Suarez, me refiero a que una gran cantidad de público se marchó a disfrutar de la feria o abatido por el cansancio tras el conciertazo de Boikot. Hubo muchos comentarios negativos respecto a la pérdida de intensidad de la noche para con otros grupos y tal vez fue una difícil elección situar a un grupo de rock más intimista, como es Sínkope, entre tanto hard core y tanto punk.

Los que decidieron quedarse pudieron disfrutar de temas como  “Autovitografia (por encima)”, “Encanutao”, “llamando a mi bruja” o “Humo de contrabando”. El broche final vino de la mano de “El carro de la vida” y “En tarros de miel” que pusieron punto y final a un auténtico festivalazo de los que tanto nos gustan.