La nueva temporada del Escenario Santander ha empezado muy fuerte con grandes eventos en los que ya ha colgado algún que otro cartel de entradas agotadas como al que fuimos la noche del viernes 25 de octubre con León Benavente.

En octubre sin ir más lejos, ya hemos visitado la gran sala santanderina en tres ocasiones, empezando con el bolo de Alcatrazz y el gran Graham Bonnet más la suma de los ingleses Evyltyde, y recientemente el Rebelion Tour de Ilegales que nos dejó una noche para el recuerdo repasando los grandes temas de la banda asturiana. Por delante nos queda una programación para quitarse el sombrero, que si Zahara, Nikki Hill, Natos y Waor, El Kanka, Rayden, El Drogas, como veís, música para todos los gustos

Pero centrémonos en el sold out de León Benavente, primero hablando del polifacético músico vasco Joseba Irazoki, con una música que va desde el rock hasta la psicodelia, dejó huella en este gran escenario, pero no lo hizo solo, sino que estuvo arropado en todo momento por su banda.

Desde los primeros acordes, Joseba nos dejó claro que es un tipo con sentimiento y pasional, dejándose la piel sobre el escenario y explicando las canciones una a una, entendiendo que sus letras en euskera no llegarían al público santanderino básicamente por el idioma, unas letras ingeniosas sin duda, otra muestra más de que Joseba es único en estas lindes.

Puntuales, dijeron que a las 21:30 era el concierto y a esa hora con puntualidad británica empezaron el despliegue de toda su artillería, la verdad que la música era muy acorde a lo que veríamos posteriormente, otras veces las bandas invitadas no tienen nada que ver con el cabeza de cartel, pero esta vez se acertó de lleno. Lo bueno es que había gente viéndoles y eso es de agradecer, bandas que tocan por primera vez en la tierruca se tienen que sentir arropados para que vengan más veces.

Ocho temas encajados en casi 45 minutos, sin apenas silencio ya que metían samplers entre canción y canción, iban a cañón, sabían que el tiempo que tenían disponible era limitado, empezando con canciones tipo “Gezurrezko Bizia” o “Lehiankortasuna”, sin olvidarse de “Enpate Batekin Aski”, los tres de su referencia del 2018 “Zu al Zara?”, hablando de la vida cotidiana y el último de la competitividad indicando que con el empate sería suficiente.

Las borracheras tienen cabida en sus letras como indicaron en “Zu al Zara?”, y ya el colmo de los colmos vino con “Salbatzaileak” sobre un escalofriante festival que se celebra en China donde matan a perros pero con un final feliz, perros extraterrestres les salvan, mira que hay temas que hablan de cosas raras pero este, se lleva la palma, eso si, en Euskera así que habrá que traducir la canción completa.

Luego, presentaron a la banda y finiquitaron con “Zigorra” y “Dantzarik Zailena… Zaldi Dantza”, también de su disco “Zu al Zara?” que parece ser fue la columna vertebral de este psicodélico concierto.

Quita todo el backline de Joseba y pon, en este caso, recolocar el de León Benavente, y entre pitos y flautas en vez de empezar a las 10:30 tal como estaba indicado en la cartelería, la cosa casi se retrasó hasta las 11, pero la espera merecía la pena, porque estábamos a punto de presenciar uno de los conciertos del año en Cantabria.

Acaban de sacar nuevo disco, “Vamos a Volvernos Locos”, un álbum que a un servidor le ha follado la mente, no hay palabras para definir el pedazo disco que se han sacado bajo la manga la formación repartida, cito del Facebook, entre Vigo, Oviedo, Murcia y Zaragoza. Tanta era la expectación, que como bien dije antes, se agotaron las entradas a escasas horas de celebrarse tal magno evento.

Vimos un escenario distinto que otras veces, limitados los laterales y la parte de atrás con unas telas o plásticos negros, no sabría exactamente que era, de esta forma quedaba un show más compacto donde el juego de luces jugó, valga la redundancia, un papel fundamental.

Empezaron con tres novedades, las dos primeras siguiendo el orden del disco, “Cuatro Monos” y “Amo”, para continuar con “Como la Piedra que Flota” del LP “2”, ya un clásico en sus set list, allí estaba Eduardo Baos, Abraham Boba, Luis Rodríguez y César Verdú, el primero al bajo, con una sonrisa de oreja a oreja que no desapareció en ningún momento, Abraham ejerciendo su faceta de frontman sin descuidar su labor a los teclados y samplers y demás historias, incluso percusión. Luis a la guitarra y a ratos también al teclado de apoyo, y por último César, al fondo, pero se le veía perfectamente, marcando el ritmo con una pegada que quita el sentido.

Siguieron con un “Se Mueve”, para dar salida a otra novedad como fue “Mano de Santo”, pero regresando a los clásicos gracias a “Estado Provisional”, y hasta aquí, todo del tirón, se tomaron un respiro, Abraham se sentó y recordó con todos nosotros su primer concierto por estas tierras, no sabía muy bien si fue en este mismo lugar, Escenario Santander u en otra sala o festival, y tras un poco de divagación, zas en toda la boca con “Animo, Valiente”.

Llegábamos al ecuador del concierto gracias a “No Hay Miedo” y “Aún no ha salido el Sol”, el público seguía moviéndose como si no hubiera un mañana, mucho sudor pudimos ver cuando abandonamos la sala, y no es para menos. También nos gustó ver a niños entre las primeras filas, sobre todo a una jovenzuela que no dudó en acercarse hacia Abraham y entregarle una nota, el músico la recogió y dijo que la leería luego.

“Volando Alto” con un ritmo que “obligó” al respetable a separar sus pies del suelo, “Tipo D” y “California” fueron las siguientes, como veis un set list mimado, sin saturar con las nuevas canciones seguidas pensando en la gente que aún no se ha escuchado el disco, y tocando lo que todo el mundo quiere oír que son los temas que han aupado a León Benavente hasta donde están.

“Disparando a los Caballos” y “La Canción del Daño” marcaron el final del concierto antes de sumergirnos en los bises, la banda respiró, tomó oxígeno y se ausento durante un par de minutos para afrontar el final con tres temazos, el primero “Ayer Salí”, intenso y directo a la yugular, luego Abrahám se quitó la chaqueta para continuar con “Ser Brigada”, a estas alturas del cuento los empujones, mejor dicho, “empujones” que al fin y al cabo es un concierto indie, se hacían más intensos, y rematando la jugada con “Gloria”.

No faltó ningún tema de los denominados imprescindibles, i love con el set list que eligieron León Benavente en Santander que dejaron su sello de identidad marcando la noche del 25 de octubre como uno de los mejores conciertos que hemos visto últimamente en el Escenario Santander, y porque no, en Cantabria en general.

Además, León Benavente tiene ese don que no muchos grupos tienen, su música llega a punkis, rockeros, indies y poperos, ¿Quién da más?, hagan juego!!