Después de un par de años en la que nos hemos tenido que amoldar a ir a los pocos conciertos que se podían realizar, hemos llegado a un momento en donde la oferta es muy amplia y, lógicamente, eso puede provocar que algunos de los eventos pinchen o se acaben cancelando ante la escasa venta de entradas anticipadas. La situación económica tampoco ayuda mucho.
En la última semana de mayo tuvimos muchas noticias de cancelaciones de este tipo y es que, por desgracia, el público asistente a conciertos de rock no es muy amplio, sobre todo en comunidades como la nuestra; afortunadamente, y pese a coincidir con la final de la Champions League, esto no afectó a la actuación de Los De Marras, el último sábado de mayo, los cuales iban a tocar en el Escenario Santander solamente 7 días después de mi anterior visita a este local.
Este sexteto, compuesto por Agustín a la voz, Iñaki a la guitarra y voces, Nelo a la guitarra y voces, Warrior también guitarra y voces, Dani bajo y voces y Pau a la batería, lleva desde 1995 practicando un rock muy directo y con mucho sentimiento, siendo una banda a la que solamente había podido ver en directo hace 5 años en un Rebujas Rock.
La verdad es que tenía muchas ganas por ver a este banda, a la que no he seguido lo suficiente pero que la vez que les había visto en directo me habían causado una grata impresión y, por lo que observé esta noche, tienen bastantes seguidores en nuestra tierruca, ya que fuimos muchos los que nos dejamos caer por la sala santanderina, pese a la anterior mencionada competencia con otras actividades.
Hubo un poco de lio con los horarios ya que en unos sitios ponía que el concierto comenzaba a las 21.00 y en otro que a las 22.00 y la decisión que se tomó fue la de empezar a las 21.30, ya con una muy buena presencia de gente en la sala.
Y a esa hora arrancó la banda su velada con “A tu vera”, de su cuarta obra, muy pegadiza, con la gente ya metida en el concierto desde el primer segundo y con el grupo vacilando con el partido de la champions, para, tras saludarnos, continuar con “Callejear”, de su más reciente trabajo, con ese comienzo cañero y animando a los presentes a saltar, siendo muy bien recibida y es que su nuevo disco ha calado muy bien entre sus seguidores.
No había tiempo que perder e iban enlazando cortes, siendo el siguiente el ya muy conocido “Vivir es +”, de su obra de hace 5 años, que metió de lleno en el concierto a quien aún no lo estaba, con la gente saltando y celebrando dicha pieza, para, sin perder tiempo ni dejar dicho trabajo, ser el turno de “Poeta”, la que le abría, muy cantada por los asistentes y es que sus temas llegan mucho a sus seguidores.
Se mostraron encantados de estar aquí y vacilaron con que habían buscado que cambiaran la fecha de la champions sin éxito, siendo el momento de otra de su nuevo disco, “Venganza”, con la gente acompañado con la palmas su inicio y que es otra gran pieza, muy celebrada como también lo sería “Diosa de la noche”, de su primer trabajo, muy intensa y que defendieron como un alegato en contra de la prostitución pero a favor de las mujeres que se buscan la vida para sobrevivir, despedida con muchos aplausos de los presentes.
Los de Marras
Volvieron a su anterior disco de estudio con el cañero inicio de “Perdido”, que nos dejó una pieza muy pegadiza y con uno de esos estribillos, como muchos de los que escucharíamos esta noche, de los de cantar con muchas ganas, siguiendo el vacile con el futbol, antes de que Warrior se hiciese con la acústica para dar inicio a “Cuesta abajo”, precisamente la que le seguía en dicho trabajo, y que fue dedicada a la gente que luche contra el cáncer y en especial a dos asistentes, siendo una muy bonita canción y con uno de los mencionados, que utiliza una silla de ruedas, subido en alto con la misma por parte del público.
No querían que aquello se enfriara y unieron la anterior con “Ser o no ser”, de su quinto plástico, muy buena y donde Agustín estuvo muy bien arropado por los coros del resto de los miembros del grupo, como los estaría durante toda la velada, para regresar a su actual álbum con ese “Jamás”, con la gente muy entregada y la banda dando caña desde el inicio de este gran corte.
Con gritos a favor del antifascismo y con alguna alusión al Racing, vacilaron con que iban a tocar un country, siendo el momento de “Medolías”, de su obra de hace 8 años, que empezó relajada para luego meter más caña, con un estribillo muy pegadizo y con los músicos agachándose un rato, tras el cual regresaron a su actual referencia con “Jugaremos”, que dedicaron a todos los niños y con la gente cantando su coreable estribillo.
No dejaron su actual disco y la anterior fue unida con “Rendirse”, más rápida y cañera, con mucha intensidad y dejando a los músicos lucirse mientras iban estirando el final, confirmando que no iban a rendirse aún, para, tras avisar que aquello iba acabándose, llegar un momento especial, quedándose Warrior y Agustín en solitario para ese inicio acústico de “Revolviendo”, de su obra de hace 8 años, para luego regresar todos y meter más intensidad, en uno de esos temas que te atrapan según lo escuchas.
Los de Marras
Fue Pau el que dio paso a “¿De qué se ríe?, también de ese disco del 2014, muy rápida y una acertada crítica a ciertos políticos y que fue de las que más disfruté, con el cantante pidiendo perdón por entrar tarde a una estrofa, siendo seguida por otra que gustó mucho como es “Escápate”, de su cuarto trabajo, muy animada y celebrada, con ese grito final de “contra el machismo autodefensa”.
De vuelta a su actual disco, era el momento de tocar un par de ellas, comenzando con “Me arremango”, con potencia y de las que ganan a medida que la escuchas, tras la cual llegaba el turno de su compañera de plástico, “Adiós”, iniciada con guitarra acústica y que fue dedicada a la gente que ha sufrido durante la pandemia, retomando la acústica en la parte final, dejando una canción muy emotiva y que es un fiel reflejo de lo que hemos sufrido estos últimos años.
Con Agustín pidiendo que quitasen la guitarra acústica, que es la de la música que da pena, era el momento de una de calimocho y rock and roll como presentaron a “Compadre”, de su obra del 2014, muy celebrada y con todo el mundo cantando, mientras el vocalista bajó a abrazarse con alguno de los presentes, siendo seguida por ese “Malabares”, que abría su cuarto disco, muy cantada por todo el mundo, con el solista haciendo malabares con el pie de micro, un clásico, muy querido y en el que el público acabó cantando el estribillo a capela.
De esta manera se despedían de todos nosotros, dándonos las gracias y esperando que lo hubiésemos pasado tan bien como ellos, mientras la gente empezaba a pedir más y la banda, a la que casi no la había dado tiempo a abandonar el escenario, comenzó a tocar la esperada “Ruido”, que abría su quinto trabajo, con todo el mundo dejándose la voz y es que es uno de sus clásico, para seguir con la inicial “Sexo en las calles”, de su ópera prima, otra que no puede faltar, muy cantada y que anunciaron como la canción del deporte, con el cantante a punto de caerse al acercarse a las primeras filas.
Los de Marras
Y aquello estaba llegando desgraciadamente a su final pero todavía faltaba por tocar ese “Hoy”, su canción más conocida y que estaba recogida en su trabajo de hace 8 años, celebradísima por todos los presentes, cantándola con muchas gana y dejándonos la banda con un solo de batería con el que pusieron punto y final a su más de hora y media sobre las tablas.
Los De Marras dieron un muy buen concierto, muy intenso y con todo el mundo disfrutando y pasándolo muy bien con la música de una banda que ha crecido mucho en los últimos años, de tal manera que su repertorio se centra casi exclusivamente en sus últimos cuatro discos, con algún guiño a su ópera prima, algo lógico habida cuenta de lo buenos que son dichos cortes y lo bien que han calado entre sus seguidores.
Sin duda alguna les falta muy poco para ser una banda a la altura de los grandes nombres del rock estatal de las últimas décadas, aunque por calidad y temas no tienen nada que envidiar a nadie y estoy seguro de que, con conciertos como el de esta noche y discos como estos últimos, será cuestión de poco tiempo el que estén como cabeza de cartel de los grandes festivales que tienen lugar en la península.
De momento esta noche dejaron un gran poso entre un público muy entregado y que se lo pasó en grande, por lo que esperamos que la banda nos visite de nuevo muy pronto y mientras seguiremos disfrutando de sus discos.
Tras adquirir su último disco y despedirme de algunos amigos, me fui del Escenario Santander con las pilas cargadas tras la gran actuación de los valencianos Los De Marras, a los que ni la champions ni nada les para y que esta noche hicieron botar a un público entre el que se pudo ver a mucha gente joven y no habitual en los conciertos, lo cual siempre es alentador y nos hace confiar en que todavía hay jóvenes que escuchan buen rock and roll.