Se acababa el mes de marzo y en su último sábado iba a disfrutar con una nueva visita a la Asociación Cultural Octubre de Sierrapando, quince días después de la anterior, ya que esa noche iban a actuar los míticos Potato y los mallorquines La Barraca, una banda, esta última, a la que apenas conocía, pero que esta jornada iba a conquistar a todos los presentes.
A mi llegada al citado local ya se podía ver una amplia presencia de gente y es que los vitorianos son una banda muy querida en esta zona, como ya hemos podido comprobar en las dos anteriores visitas a este recinto, amenizando la espera con una pinchada previa en el jardín de éste y enterándonos, nada más entrar, de que Begoña Bang-Matu, que iba a ser la invitada de Potato, no iba a poder acudir debido a una enfermedad.
Después de casi media hora de retraso, subían al escenario los mallorquines La Barraca, una banda creada en el año 2015 y que está integrada por Shai Matilla, voz, Paco de la Mata, guitarra y coros, Leandro Mastrogiacomo, bajo, Lola Bortolotti, teclados, Leo Laterza, saxo tenor y coros, Davide Bianconi, saxo barítono, pero que esta noche no pudo acudir, Marc Signes, trombón y coros, Lida Arbona, trompeta, y Lucio Medori, batería, habiendo publicado, hasta la fecha, un único disco, “Fronteras invisibles”, del pasado año, además de algún tema más que han subido a redes.
Su actuación comenzó con una intro llamada “Watermelon man”, que fue iniciada de manera relajada por los teclados, pero que cogió fuerza paulatinamente, sonando con mucho ritmo y teniendo más velocidad a medida que avanzaba, saliendo al final su cantante, que nos invitó a la fiesta de La Barraca, siendo el turno de “Marxa el temps”, una pieza recogida en su disco y que resultó muy movida, pegadiza y bailable.
Burning
Unido con la anterior y sin dejar ese disco, era el turno de “K'has pres per berenar”, un tema más calmado, pero con ritmo, muy bailable y animándose más a partir del estribillo, para continuar con la pieza que abre este trabajo, “La barraca ska”, con la cual nos hicieron movernos y en donde, tanto la sección de vientos, como los teclados mostraron sus cualidades.
Se presentaron, avisándonos de que no iban a perder mucho tiempo y recordando que tenía su música en redes sociales, antes de continuar con “Deseskalada”, un corte con un inicio más lento, pero con ritmo, contando con partes más intensas y parándose brevemente, aunque sin perder ese aire movido, pasando a ser el turno de la pieza que da nombre a su disco, “Fronteras invisibles”, la cual comenzó con un sonido bailable, siendo una canción muy animada y muy pegadiza, con la que lograron que la gente se metiese más en ambiente, mientras la banda buscaba la interacción de los presentes.
Con la consigna de que nadie es ilegal, continuaron el recorrido por su disco con “Tierra prometida”, un tema que empezó con un ritmo tranquilo, pero, al mismo tiempo, muy animado, mostrándonos un corte muy pegadizo y quedón, que tuvo una importante presencia tanto de los teclados, como de la batería, a cuya conclusión tiraron una camiseta de la banda al público, para continuar con una pieza que no está recogida en dicha obra y que en el setlist aparecía con el título de “Dimonis”, la cual comenzó guitarrera y movida, con los vientos teniendo mucho protagonismo, dejándonos una canción bailable y coreable.
Burning
El ritmo de la batería fue el que dio comienzo a “Que bonito”, otro tema que no aparece, al menos con ese nombre, en el disco, y que fue un corte muy movido y bailable, contando con ritmos más tranquilos, aunque luego se intensificó, siendo unida con los vientos con “Sodomía”, de ese trabajo que venían presentando, una pieza que cogió ritmo de repente, así como más velocidad, buscando la interacción de la gente y con su vocalista bajando a cantar entre el público y acabando por tirarse por el suelo.
El siguiente corte aparecía en su setlist como “Sally Brown”, con lo que deduzco era alguna versión de dicha banda, un tema con un inicio movido, con Shai sentada al borde del escenario, muy animado, con la gente bailando y ofreciéndonos un acelerado final, para, después de refrescarse y agradecer a la asociación y a los técnicos el trato recibido, anunciarnos que había que aguantar, porque llegaba el último bloque, que se iniciaba con “Quan arriba la nit”, una pieza que no entró en el disco, pero que subieron a redes este mismo año, la cual tuvo un ritmo inicial muy animado y cogiendo velocidad después, dejándonos una canción muy bailable.
Unido con la anterior llegaba el tema “Billy Skargol”, recogido en su disco, igual que el resto de los que sonaron hasta el final, un corte movido y machacón y en el que citaron el nombre de Torrelavega, la ciudad en donde estaba teniendo lugar el evento, para enlazarlo, por el sonido de la batería, con “El día menos pensado”, una pieza muy animada y alegra, en la que nos recordaron que aquello se iba acabando, dejándonos con una canción que tuvo mucha fuerza.
Burning
Y llegábamos al corte que cierra el disco y que también iba ser el último de este concierto, “Sanará”, que comenzó con un ritmo animado, prolongando la fiesta, siendo un tema pegadizo y movido, en donde incluyeron un fragmento de la popular “Bella Ciao” y que sirvió, además, para presentar a los músicos, dejándonos una composición muy bailable y quedona, que se relajó brevemente hasta pararse, con su cantante entre el público haciendo que nos separásemos, antes de la locura final.
De esta manera y tras estar sobre las tablas una hora, concluía un concierto muy ameno y entretenido de La Barraca, una banda que caló muy bien entre los presentes, cosechando muchos aplausos y eso que bastante de los asistentes, entre los que me incluyo, no habíamos escuchado mucho de dicha formación, pero es que en directo hacen que no puedas dejar de moverte con su música.
Pero no olvidemos que, además de fiesta, este es un proyecto muy bien trabajado, con unas letras con mucho mensaje y mucha reivindicación, combinando sus dos idiomas oficiales, con una música animada, pero con muchos matices, logrando que todo ello suene muy bien, sin olvidar el empeño máximo de la banda porque los que allí estábamos disfrutásemos con su directo.
Sin duda, La Barraca es una de esas bandas que, si no ves en directo, no te haces a la idea de lo que son capaces; no dejes la ocasión de ir a disfrutar de sus conciertos en cuanto puedas hacerlo.
Y llegaba el turno de la veterana y reconocida banda gasteiztarra Potato, que el pasado año cumplían 4 décadas en activo y que visitaban por tercera vez esta asociación, siendo las mismas que yo he visto al citado grupo, la última de las cuales fue a finales del 2018.
Como ya dije al principio, la idea era contar con Begoña Bang-Matu, pero la citada artista causo baja por enfermedad, por lo que esta noche íbamos a contar sobre las tablas con Pako Pko, voz y coros, Javi Flores, voz y coros, Teresa Urkiola, coros, Alfonso Junguitu, guitarra y coros, Miguel Comas, bajo, Carlos Moreno, teclados, Alayn González, trompeta, Andoni Maidagan, trombón y coros, al saxofón, si no entendí mal, Chávez, y como batería Aitor Bravo.
Lógicamente, en este tiempo la discografía de la banda es ya muy amplia, desde aquel mítico y conocido split “Potato & Tijuana in Blue”, de 1986, y sus propios discos “Punky, Reggae, Party, de 1987, “Erre que erre”, de 1990, “Crónicas de puerto sin más”, de 1993, “Plántala”, de 1995, “PKO original”, de 1997, “Como en sueños”, del 2003,“La fiesta ska”, del 2009, y “Potato todo el rato”, del 2014, el Ep “Rula”, de 1988, los directos “Directo, directo”, de 1999, y “Potato en Fueros”, de 2007, además de ese homenaje que les hicieron en el 2008, bajo el nombre de “Será si hay... Un tributo a Potato".
Potato
Tras un cambio muy rápido entre bandas, salió la extensa formación sin sus vocalistas, tocando esa extensa intro llamada “Extrés térmico”, un tema muy animado y con ritmo, que tuvo ese aire bailable y movido, subiendo al final del citado corte la parte coral, para continuar con “Elástica conciencia”, de su obra de hace 3 décadas, una pieza ágil, muy mítica y con un buen sonido de vientos, dejándonos una canción muy quedona y pegadiza.
Pako nos recordó que en esta etapa estaba con ellos de nuevo Javi Flores y que habría algunas sorpresas, siendo éste precisamente el que llevó la voz principal en “Algo falla”, de ese mismo disco, invitándonos a movernos, un tema muy pegadizo y animado, que, además, fue muy cantado, para continuar en ese trabajo de 1995 con la canción que le daba nombre, “Plántala”, con David como invitado a las voces, mostrándonos una pieza muy movida y coreada y que fue muy celebrada.
Ya sin el invitado, recordaron la ausencia de Begoña, para comentarnos que todos estábamos apretados como en el bus del que habla “Sube, sube”, el tema que abría ese mismo cuarto disco, el cual fue muy celebrado y pegadizo, siendo un corte muy movido y con la gente disfrutando del mismo, para hablarnos de aquel amigo de Miguel El Cashero llamado “Pepe solo”, una canción de su último y buen plástico y que sonó muy festiva y animada, mostrándonos una pieza que fue muy celebrada y con los vientos siguiendo el estribillo, concluyendo con esa frase de que estar solo está bien, pero mejor estar con gente.
Uno de los temas que tocaron esta noche y que no tengo identificado en ninguno de los discos de la banda es “Patata”, que habla sobre cómo llegó dicho tubérculo a Euskal Herria, un corte que al mismo tiempo tuvo partes movidas y relajadas, que fue cantado en euskara por Javi y que resultó muy animado, para volver a recordar su último trabajo con “Así de fácil”, una pieza que empezó con mucho ritmo, siendo muy ágil y pegadiza, dejándonos una canción muy celebrada y con un buen sonido de batería final.
Potato
Sin dejar su último trabajo, era el momento de “Sklavitud”, un tema en el que revindicaron que todavía haya gente que es vendida en pleno siglo XXI, el cual sonó con un importante sonido de vientos, mostrándonos un corte muy movido y animado, además de ser muy coreable y pegadizo y es que la banda sigue haciendo buenas composiciones, para ser unida con “Ramírez”, de su tercer disco y que fue cantada por Javi Flores, una pieza ágil y quedona, además de ser muy contagiosa y celebrada, relajándose en su parte final.
Aunque no es de sus discos más conocidos, recordaron su obra del 2003 con “Zer esaten duk”, un tema que también fue cantado por Javi Flores y que empezó calmado, pero también con ritmo, con Pako cantando las partes en castellano y el estribillo a dos voces, siendo un corte que se volvió poco a poco más animado, antes de recordar los 40 años de la banda con “Ardo ona ska”, de su álbum de hace 3 décadas, que fue presentado como una muestra de cómo suenan ahora, una muy buena canción, movida y en donde hubo lucimiento de la guitarra y de los vientos.
Tras los gritos de “Potato, Potato” por parte de la concurrencia, continuaban con “Parnaso Ska”, un tema también de su álbum de hace 30 años, con ese sonido movido de guitarra y luego con la presencia de los vientos, un corte muy animado y festivo, con los solos de saxo y de guitarra y que sonó muy intenso, para llegar el turno de la clásica “Miguelín el cashero”, que ya aparecía en su disco compartido, afirmando que ellos y nosotros éramos de pueblo, una canción especialmente celebrada y cantada por todos los allí reunidos, ya que es, probablemente, su pieza más conocida.
Otro de los temas que aparecían en el citado compartido era “Jamaica Ska”, un corte animado y que fue muy celebrado, cantado y festivo, haciendo vibrar a los presentes, siendo unido con la no menos conocida “Pegamento”, recogido en su segundo disco, una pieza mítica, muy movida y con ese ritmo contagioso, incluyendo algunos trozos de canciones tan populares como “El manisero”.
Potato
Nos confesaron que lo que estábamos haciendo por ellos era “Puro derroche”, como ese tema que aparecía en su tercer disco, alabando, con todo merecimiento, la labor que hace esta asociación, un corte muy cantado y movido, para recordar su ópera prima con “La clase obrera”, una pieza que empezó siendo bailable, además de muy intensa y con momento para el lucimiento de su guitarra incluido, dejándonos una canción que fue muy coreada.
Muy machacón fue el inicio de su versión del “Monkey man”, de The Specials, un tema potente y pegadizo, que tuvo ese ritmo movido, pero que fue relajándose, para luego coger fuerza, alternándose a las voces y dejándonos un intenso final, tras el cual la banda se fue del escenario, mientras el público gritaba ese lema de “Potato todo el rato”.
Ya con la banda de vuelta, era el turno de “Rula”, que aparecía en el Ep de igual nombre, pero que luego recuperaron para su segundo disco, un tema clásico, que empezó calmado, pero con ritmo, cogiendo intensidad y movimiento, mostrándonos un corte muy celebrado y movido, para despedirse de todos nosotros con “Kiki”, de su ópera prima, una pieza muy animada, con un sonido muy pegadizo y que fue muy coreada, sirviendo para presentar a los músicos y a su técnico de sonido, curiosamente el que fue primer batería de la formación, acelerándose en su parte final.
De esta manera y después de estar sobre el escenario más de una hora y media, concluía este concierto de unos Potato que nos ofrecieron una verdadera fiesta, dando una gran actuación y haciendo que los asistentes disfrutemos con todos sus clásicos, ya que, casi todos los que esta noche sonaron, en la sala cántabra, son por todos conocidos, aunque seguro que todos tenemos alguno de nuestros favoritos que no tocaron, pero es imposible satisfacer a todo el mundo con una discografía tan amplia.
La verdad es que se vio a la banda muy compenetrada y sabiendo cada uno hacer su papel, con soltura y calidad, siendo, lógicamente, Pako el centro de atención, pero sin desmerecer la labor de nadie, con un Javi Flores que también tuvo mucho protagonismo y logrando, todos ellos, una gran conexión con un público, que estuvo entregado al grupo y que se dejó llevar por esta colección de himnos de la formación gasteiztarra.
Una vez más, Potato lograron conquistar esta plaza que tienen ya como suya en Torrelavega y a donde, esperemos, vuelvan en poco tiempo; no te los pierdas, si tienes la ocasión.
Y después de despedirme de algunos de los presentes y con un disco de los alaveses, para aumentar la colección, bajo el brazo, me fui de la Asociación Cultural Octubre, tras haber descubierto a una gran banda como son La Barraca y disfrutar con los míticos Potato, en un ambiente de fiesta y diversión y haciendo que aquella noche de sábado fuese especial, y todo gracias a los responsables de esta peleona asociación; por muchos más.