Hay coincidencias que realmente resultan curiosas como iba a ocurrir ese sábado, en el Varuko de Vioño, a donde iban a regresar los bizcaínos Still River justamente diez años después de su anterior y única visita a este establecimiento, con la salvedad de que, en esta ocasión, el concierto iba a ser en el exterior de este querido local, algo que siempre es de agradecer en los meses de verano. Además, y para que empapase la bebida, la dirección del Varuko nos iba a obsequiar con una sardinada, así que no había excusas para no acudir y para allá que me fui, tres semanas después del anterior concierto que había visto en este local, encontrándome, además, a unos amigos a los que no esperaba y que hicieron que la previa fuese mucho más amena. Este quinteto se forma en Bilbao en el 2010, estando actualmente integrado por Dan Cabanela, voz y guitarra, Juan Gumuzio, guitarra y coros, Txema Solano, bajo y coros, Alex Blasco, teclados, y Lander Cadenas, batería, habiendo editado ya el Ep “Demo”, del 2011, y los discos “Wood & wire”, del 2016, y “Flow me”, del 2023 y que repasarían ampliamente en esta calurosa noche. Con una media hora de retraso sobre la hora fijada en el cartel, comenzaban su velada con la versión del “Signed, Sealed, Delivered (I'm Yours)”, de Stevie Wonder, un tema bailable y con ritmo, siendo, además, muy animado y en el que nos dejaron una gran demostración instrumental, tras el cual nos preguntaron por las sardinas y revindicaron que la mayoría de cortes que iban a tocar eran propios, como es el caso de “Jeremiah”, de su primer disco, unas pieza muy dinámica y pegadiza, de las que te hacen moverte y en la que Juan nos deleitó con un buen solo de guitarra. |
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La primera incursión por el disco que estaban presentando llegó con “Heave-Ho”, que fue iniciado por el sonido de la batería, un tema con gancho, que fue intensificándose y que contó con un estribillo muy pegadizo, además de tener un buen solo de guitarra y acabando en seco, para, después de trastear un poco, continuar con otra de la misma obra, “Go if you want”, una canción que comenzó con fuerza y que contó con unos teclados muy presentes, relajándose para cantar de manera más pausada, pero luego cogiendo más energía en el estribillo, dejándonos un buen solo teclados y otro de guitarra en esta pieza tan quedona. Uno de los temas que primero me han llamado la atención de su actual trabajo es “Brothers & Sisters (Tension & time), que se inició con un sonido juguetón, un corte muy movido y con unos coros muy presentes, que tienen su máxima expresión en ese quedón estribillo, parándose en mitad éste, tras el solo de guitarra, dándole otro aire, hasta que recupera la esencia inicial, mientras los teclados también tienen su momento de lucimiento. Unido al anterior llegaba “Take a little sip”, la que precisamente le sigue en dicho álbum, un tema con un ritmo bailable y muy dinámico, ofreciéndonos un corte con un sonido muy elaborado, tras el que se tomaron una breve pausa y nos preguntaron qué tal se oía, con positiva respuesta de la concurrencia, antes de ir con la canción que cierra su anterior disco, “Pho & the spotted cow”, que, como nos dijeron, habla sobre la amistad y sobre lo que sientes cuando estás con tus seres queridos, una pieza que empezó calmada, aunque fue cogiendo energía poco a poco, teniendo más intensidad en el estribillo, para luego casi detenerse en la parte final, pero recuperando el ritmo luego, dejándonos una composición muy entrañable. |
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Después de afinar, se lanzaron a tocar “I’ve got a feeling”, de The Beatles, un tema que comenzó con ritmo, siendo luego más movido y pegadizo, ofreciéndonos un corte con un muy buen sonido, para regresar a las canciones propias con “In your bones”, de su actual disco, la cual empezó animada, una pieza muy dinámica y quedona, que contó con un buen solo de guitarra, además de esos parones que tan bien quedaron, dejándonos con un gran final. Turno para el corte que abría su primer larga duración, “High time”, un tema que comenzó con un ritmo muy bailable y que fue muy movido, siendo un corte quedón y con gancho, en el que se produjo la rotura de una cuerda de la guitarra de Dan, improvisando un blues mientras se producía dicha sustitución, el cual tuvo un sonido muy dinámico y dos grandes solos de Juan y Alex, para regresar a su actual disco con “Mulberry wine”, una pieza que empezó muy animada y con ese aire contagioso, resultando ser una canción pegadiza, que tuvo esos parones y en la que pidieron nuestros coros, concluyendo un con intenso solo de guitarra. Sin dejar este último disco, llegaba el tema que lo abre, “On a velvet cloud”, recordando que tenían puesto de merchán, un corte que empezó con un sonido relajado y tranquilo, pero contando con un estribillo que engancha, antes de que la pieza se animara y se volviese más dinámica y movida, una gran canción, que fue interpretada con mucha clase y demostrando la elegancia y el buen hacer de estos magníficos músicos, solo de guitarra incluido. Y pasábamos de la que abre a la que cierra su actual obra, “The emperor’s clothes”, un tema que empezó tranquilo, pero que luego tuvo más fuerza y con los teclados muy presentes, ofreciéndonos un corte pegadizo y que tuvo un intenso estribillo, para pasar a dedicar a Andrea “My love”, también de su actual trabajo, una pieza con ritmo y bailable, dejándonos con una canción quedona y movida. |
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Nos avisaron de que iban acabar, animándonos a bailar con “Four miles to mobile”, el primer tema que hicieron y que estaba recogido en su Ep, un corte muy movido y animado, además de pegadizo, relajándose, antes de regalarnos una exhibición musical, para, después, recuperar la fuerza previa, acelerándose en su final y con el que se despidieron. Pero la gente quería más y ellos también, confesando que siempre suelen tocar algún tema de The Allman Brothers Band y esta noche iban a hacer “Black hearted woman”, mientras esperaban al teclista, que había ido al servicio y para el que pidieron un aplauso cuando apareció, un tema muy movido y animado y que fue cantado con fuerza, ofreciéndonos un corte con un ritmo contagioso, muy quedón y bailable y que tuvo ese juguetón sonido de batería y su correspondiente solo, dejándonos con un muy entretenido final, parándolo y acelerándolo después. Y todavía se animaron a tocar otra más de The Allman Brothers Band, que, si no estoy equivocado, fue “Franklin's Tower”, una canción que empezó con un sonido bailable y un ritmo contagioso, relajando la velocidad más adelante, para luego volverse más animada, con momento para que se luciera el teclista y acelerándose después, dejándonos con un gran y loco final. |
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De esta manera, y tras estar sobre las tablas de una hora y media, concluía este grandísimo concierto de Still River, una banda que demostró su grandeza, pese a que no éramos muchos los allí congregados, pero lo que estábamos lo disfrutamos y nos dejamos llevar por la magia que desprenden estos brillantes músicos, que cuentan con una gran colección de temas propios, muchos de los cuales sonaron esta noche, junto a alguna versión que siempre sirve para atraer a aquellos que no están tan familiarizados con su música. Ya la otra vez que tocaron allí me pareció una gran banda, pero de eso ya hace 10 años y el crecimiento de esta ha sido espectacular, algo que se puede apreciar en la calidad de los dos discos que han editado desde entonces y que esta noche corroboraron en directo; sin duda, una formación que se disfruta plenamente en vivo y que deberías ver por ti mismo. www.facebook.com/thestillriver Con los dos Cds de la banda en el bolillo y tras despedirme de asistentes y músicos, me fui para otros lares, pero con el gran recuerdo de esta actuación, que nos regalaron Still River y la dirección del Varuko de Vioño, en donde solamente falló la asistencia de público, ya que era época de muchas fiestas en las cercanías, pero, los que allí estuvimos, disfrutamos de una gran velada a cargo de estos extraordinarios artistas: gracias a todos los que lo hicieron posible. |
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