El 14 de agosto es un día que tengo grabado a fuego en mi calendario, ya que es en el que comienzan mis vacaciones y la víspera del día grande de las fiestas de Torrelavega, por lo que suele ser una jornada con una amplia y gran oferta musical, como en este 2025, que era el día en que comenzaba el Torrelavega Soundcity, aunque mi plan estaba en el Rincón Cubano, en donde iban a actuar Insurrectos.

Así que para allá que me fui, nada más terminar mi jornada laboral, cobijándome, por tercer y última vez este año, en la carpa del Rincón Cubano Granma, a donde la gente fue acudiendo poco a poco, notándose que el anteriormente citado festival, que ese día contaba con un gran cartel y de un estilo similar al de los de Silió, había restado algo de público esta tarde noche.

Esta banda, a la que no veía desde hacía más de un año, lleva ya dos décadas en activo, estando formada en la actualidad por Cheska, voz y guitarra, Dani, guitarra y voz, Edu, bajo y voz y Dufa, batería, y habiendo editado los discos “A cayo duro”, del 2008, “Cuando ya no quedé nada”, del 2012, y “Secretos y miedos”, del 2020 y por cuya salida les entrevistamos.

De manera muy puntual comenzaba su velada el cuarteto, con una intro de fondo en la que iban sonando trozos de temas conocidos, seguida de otra más orquestal y potente, para empezar su velada, ahora sí, con “Bajo el mismo sol”, de su último disco, un corte que tuvo un inicio guitarreo y que fue cogiendo velocidad, ofreciéndonos una pieza muy buena y pegadiza, en la que nos saludaron y lanzaron proclamas contra el estado israelí.

El sonido de la batería fue el que dio inicio a “Aún nos queda tiempo”, de su segundo trabajo, un tema muy machacón y potente, que tuvo mucha fuerza y en el que nos pidieron saltar, cogiendo el corte más velocidad a medida que avanzaba, para ser de nuevo Dufa quien arrancó la siguiente pieza, “19Reinosa87”, también de ese segundo plástico, aunque la han reeditado hace poco, recordando su procedencia en este himno, mostrándonos una canción  muy rápida y celebrada, en la que hubo diversos contrastes de intensidad y ese estribillo que es ya un clásico.

Tiempo de presentar algunos temas que han subido a redes recientemente, como es el caso de “Todo va bien”, el último publicado este año, al menos hasta este momento, comenzado con ese sonido juguetón, intensificándose y cogiendo velocidad, siendo un corte muy elaborado, como es marca de la casa, y que tuvo un estribillo muy pegadizo, remarcado por esos parones, con algún momento más relajado, para luego recuperar la fuerza de este, aunque concluyó de manera sosegada.  

Otro de los temas de reciente factura es “Luz de gas”, publicada el pasado año y que empezó guitarrero y con fuerza, siendo un corte muy pegadizo y potente, además de rápido y contundente, tras el que volvieron a su actual obra con “Dos de cal y una de arena”, y es que nos mean encima y dicen que llueve, una canción ya mítica, con ese inicio a toda pastilla y esa gran letra, dejándonos una pieza muy celebrada y con un final muy acelerado.

Turno para afinar y animarnos tocando la intro del “Ellos dicen mierda”, de La Polla Records, cuyo vocalista iba a tocar con su banda Tropa do Carallo en el anteriormente citado festival, agradeciéndonos nuestra presencia y al Rincón Cubano su labor, continuando en su actual álbum con “La distancia más larga”, una pieza que empezó tranquila y calmada y que fue cogiendo rapidez y fuerza, ofreciéndonos una canción muy entrañable y que fue muy celebrada, contando con esos cambios de intensidad y con el bajo muy marcado cuando se relaja, además de ser machacona y en la que se acordaron de los que ya no están.

Vuelta a su anterior disco con “Acordes de libertad”, un tema que empezó calmado y que luego fue cogiendo rapidez, viéndose a la gente entregarse, otro corte con una gran letra y que fue muy celebrado, relajándose para luego coger más energía, subiendo el hijo del autor de la letra, recientemente fallecido, a cantar con ellos, y bajándose Edu y Dani para separar a la gente y hacer un muro de la muerte, ósea, un wall of death, para concluir con un fragmento grabado.

Otra de las canciones que han subido a redes este año ha sido “No la vimos venir”, que comenzó con un sonido de guitarra juguetón, acompañado por una machacona sección rítmica, cogiendo luego esta pieza más velocidad y manteniendo un ritmo constante, hasta llegar a ese pegadizo estribillo, que también fue muy cantado, pese a no llevar tanto tiempo publicado, relajándose hacia la mitad de ésta, para luego recuperar esa energía previa.

Nos dijeron que, pese a que estábamos un poco parados, era un placer estar allí, regresando a su disco del 2020 con el tema que lo abría, el instrumental “Barullo de susurros”, el cual empezó calmado, pero que fue cogiendo fuerza y volviéndose más machacón, tras el cual nos recordaron que era el cumpleaños de su batería, que tuvo que soplar las velas de una tarta que subieron y brindando por este aniversario, antes de seguir, como en ese plástico, con “La danza de las llamas”, una pieza con energía y gancho, dejándonos con una canción muy intensa y pegadiza, que, además, fue potente y muy cantada.

Y sin pausa alguna llegaba el tema que restaba de su actual disco y que también es el que lo cierra, “Noches sin luna”, el cual empezó lento y poderoso, pero que fue cogiendo fuerza e intensidad, un corte con mucha calidad, en el que se mostraron encantados de haber estado allí, presentando a los integrantes del grupo y dejándonos un poderoso final.

De esta manera, con una outro de fondo y tras haber estado sobre las tablas una hora, concluía esta actuación de Insurrectos, que demostraron ser una gran banda y que cuenta con una enorme colección de clásicos, a los que se les van a unir estos nuevos temas, que son de gran calidad, como demostraron esta noche, en este intenso y gran concierto, en el que solamente faltó un poco más de gente y más entrega por parte del público.

Los de Silió son ya un referente, no solo dentro de la tierruca, sino fuera de ella, donde es habitual verlos tocar, y eso se debe a la gran calidad de sus canciones, muy elaboradas, pero con gancho, así como a sus enormes descargas en vivo, en donde nunca fallan; si todavía no conoces a Insurrectos, debería hacerlo e ir a verlos en directo, porque son una gran banda.

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De esta manera terminaba mi presencia, por este año, en el Rincón Cubano Granma, después de haber disfrutado de una gran velada con unos Insurrectos, que lo dieron todo, como en ellos es habitual, y haciéndolo muy bien, dejándome un gran sabor de boca y todo ello en un gran ambiente; gracias a la banda y a la gente de la organización por hacerlo posible y nos vemos el próximo año en la caseta del Rincón Cubano.