Una vez pasadas las fiestas de semana santa, que algunos aprovechamos para desconectar de la rutina laboral y viajar un poco, regresaba a saborear la música en directo y, curiosamente, en el mismo lugar en que presencié un concierto por última vez, la Asociación Cultural Octubre de Sierrapando, en donde esta noche nos iban a visitar los cántabros Reimon y Garfunkel y los leoneses Catalina Grande Piñón Pequeño.

Pese a que tenía muchas ganas de acercarme a este concierto, la fiebre había hecho acto de presencia el día anterior y, aunque andaba todavía con algunas décimas, me decidí a acudir a un local que, a mi llegada, no tenía mucha presencia de gente, aunque luego se iría animando, y es que, la coincidencia con otros eventos y la final de la copa del rey de futbol mermó un poco la afluencia de asistentes.

No hubo que esperar mucho para ver en directo a la gente de Reimon y Garfunkel, integrados por Ramón Caballero, guitarra y voz, Ricardo Mialdea, guitarra, Gustavo A. Gutiérrez, bajo, y Jorge Pandal, batería, los cuales crearon la banda en el año 2023, habiendo subido un buen puñado de temas a sus redes sociales y actuando con asiduidad, lo que me ha permitido verlos un par de veces antes, la última de ellas el pasado otoño.

Comenzaron su actuación con una intro, antes de dar paso a “La solución”, uno de los primeros temas que conocimos de la banda, y que sonó muy movido y con gancho, dejándonos un corte muy pegadizo, que fue unido con otra pieza que se publicó a la vez que el anterior hace un año, “Circulen”, la cual es ya una canción clásica en su repertorio y que sonó de manera quedona y animada, contando con ese contraste de intensidades y un machacón final.

Nos saludaron y agradecieron la labor del técnico de sonido, algo de lo que sabe Ramón, que es el habitual en este espacio, para continuar con “Solo tú”, lo que ellos presentaron como lo más parecido que tenían a un tema de amor, el cual sonó muy intenso en su inicio, siendo un corte muy movido y con ritmo, para seguir con “Han dicho de mí”, una pieza con un sonido juguetón y animado, además de muy pegadiza, dejándonos con una canción quedona y que me gustó bastante.

Pero Ramón también ha querido recuperar algunos de los temas que creó en su ya dilatada trayectoria, como es el caso de “Asfalto”, de Las Orejas del Lobo, el cual comenzó de manera muy explosiva y con fuerza, siendo un corte muy pegadizo y que trajo muchos recuerdos a quienes ya lo conocíamos, contando con un gran solo del propio Ramón, que, además, se defiende muy bien en la parte vocal.

Tras un cambio de guitarra a cargo de Ramón, era el momento de volver a su temas más actuales con “Mala suerte”, que habla de cuando crees que no puede pasar nada peor, pero pasa, el cual tuvo un inicio muy rápido, pasando luego a relajarse y ofrecernos un corte con un ritmo inquietante y movido, para, tras un nuevo cambio de guitarra, continuar con otra de las piezas que tienen en redes sociales, “Lo que merecemos”, y es que, según Ramón, somos como especié, todo lo bueno y lo malo, la cual empezó con un ritmo alegre y animado, antes de calmarse y luego volver a recuperar la energía previa, contando con un estribillo pegadizo y potente y un buen solo de Ramón.

Seguía Ramón alternando sus guitarras, para pasar a tocar una versión del “Viejos capos”, de Quique González, y avisándonos de que nuestros héroes son como nosotros, un tema que empezó guitarrero y que fue muy bien acogido, antes de avisarnos de que estaban entrando en la recta final de su velada, siendo el momento de “Somos”, publicada este mismo año, recordando a quienes habían participado en el video, algunos de los cuales estábamos allí presentes, y reafirmando que somos los de abajo, rodeados de los que no han trabajado nunca, una pieza con un inicio muy electico, dejándonos una canción muy pegadiza y movida y que contó con un buen solo de Ramón.

Nos aventuró que el siguiente tema lo conocíamos todos, aunque fuéramos de rockeros, y es que llegaba el turno de su versión del “Voy a mil”, de Olé Olé, la cual empezó guitarrera, pero en la que Ramón tuvo que cambiar de instrumento, siendo un corte que fue muy cantado, para pasar a despedirse con “El ojo del huracán”, con el deseo de poder tocarla entera, una canción que empezó muy contundente y juguetona, además de animada y que tuvo un buen solo de Ramón.

De esta manera y tras estar sobre las tablas algo menos de una hora, concluía este concierto, muy ameno y corto, pero entretenido, de unos Reimon y Garfunkel que nos ofrecieron una actuación que me gustó mucho y en la que apenas pararon entre temas y tema, haciendo que aquello se nos pasase en un suspiro y dejase a los presentes con ganas de más, sobre todo a los que ya los conocíamos.

La propuesta de este cuarteto sigue sonando fresca y original y ha ido calando poco a poco dentro de una escena cántabra que suele ser más bien inmovilista, pero, a base de actuar en directo y de noches como la de este sábado, en donde tocaron ante un público que quizás no era el habitual, seguro que seguirán creciendo y es que mimbres y calidad tienen por todos los costados.

No dejes de ver en directo a Reimon y Garfunkel y déjate llevar por su música, ya que lo disfrutaras seguro.

www.facebook.com/reimonygarfunkel
www.youtube.com/channel/UCA-oZ40-H8px-vbpveU5pzg
www.instagram.com/reimonygarfunkel

Después de los habituales cambios de trastos, teníamos sobre las tablas a Catalina Grande Piñón Pequeño, un trío de Benavides, León, formado en el 2018 y que está compuesto por David Verderón, voz, Richard Majo, guitarra y coros, y Adrián Cavero, batería, los cuales han editado una maqueta, “Catalina Grande Piñón Pequeño”, del 2018, los discos “Baile vermú", del 2019, “La ira de un hombre bueno”, del 2021, y sobre el que estuvimos charlando con la banda, y “Música para mastines”, de este 2025, y con el que les hemos vuelto a entrevistar, además de su recopilatorio del pasado 2024 “Razonables éxitos”, sobre el que también cambiamos impresiones con el grupo.

Comenzaron su andadura con una intro movida y bailable, tras la que subió ya su cantante para interpretar ese “Burgos Francia”, que también da inicio a su reciente disco, un tema que empezó animado y que resultó muy festivo, para, después de saludarnos, continuar con la compañera en ese mismo trabajo del anterior, “Barbies en Wallapop”, una pieza muy intensa y pegadiza.

Sin tiempo que perder, continuaron con “Jabón de lagarto”, de su segundo disco, un corte muy movido y coreable, tras el que se presentaron y vacilaron, para ponerse David un gorro de colores, antes de pasar a interpretar “Gorro de piscina negro”, de su actual obra, un tema muy intenso y breve, prosiguiendo con esa pieza clásica que es “Parche en el ojo color carne”, de su ópera prima, muy rápida y directa.

El sonido de la batería fue el que unió la anterior con “Orquestáncana”, también de su ópera prima, y es que, como nos comentaron, primero los atracadores iban a caballo y ahora son los de la Orquesta Panorama, un tema muy rápido y breve, igual que lo serían “Ropa de mercao”, de su segundo trabajo y que fue un corte tocado a toda velocidad, y ese “Gastos de gestión”, de su último trabajo y que fue dedicada para los que pagaron de más, repitiendo dicha pieza debido a su brevedad.

Llegaba el turno del tema de los guardias civiles, que fue como presentaron “Buenas tardes caballero”, de su ópera prima, el cual resultó muy pegadizo y constante, para continuar con “Estribillo pegadizo”, de su segundo disco, una canción que fue tocada a toda velocidad, siendo una pieza muy vacilona y quedona.

Nos recordaron que era su primera incursión en una sala en Cantabria, antes de que su vocalista se pusiese una peluca al comenzar “Peinarme como Rafa Nadal”, recodando al tenista balear, un tema de su actual trabajo, muy rápido y pegadizo, para continuar con “Véndeme el Kia”, de su ópera prima, una pieza muy veloz y quedona.

No querían que bajase la intensidad y era el momento de “Yo soy el Rock and Roll”, de su segundo lanzamiento, un tema muy rápido y animado, que tuvo un ritmo eléctrico, tras el que David se fue y sus compañeros se lanzaron a hacer una versión del “Shout”, de los Tears for Fears, con Richard a la voz, la cual les quedó muy potente.

Tras ésta, regresaba David con nueva indumentaria, comentando que había muchos dioses, pero que el suyo era el bueno, siendo la ocasión de tocar “Pladur”, de su actual trabajo, un tema muy rápido e intenso, antes de continuar con los problemas del primer mundo, que es como presentaron “El cartel de los helaos”, de su presente disco, aunque también aparecía en su recopilatorio, cambiando el cartel que ellos tenían por uno que llevaba un espectador, una pieza que fue iniciada mediante una introducción a cargo de David y que fue muy veloz y bailable.

Llegaba el momento del segundo brindis de la noche, que lo hicieron bebiendo de una bacinilla, anunciando que los abuelos son la autoridad en los pueblos, dando entrada a “La vida es un refrán”, también de su actual disco y que comenzó de manera intensa y potente, siendo un corte rápido y pegadizo, que fue unido con “Las cosas de mi abuelo”, de su primer álbum, una canción tocada a toda velocidad y que resultó muy contundente.

Sin tiempo que perder, continuaron con “El ofensor del pueblo”, también de su trabajo del 2019, un tema que fue presentado como clásico y que fue cogiendo intensidad, siendo también muy coreado y tras el que se mostraron encantados de estar en este espacio, siendo el turno de su versión del “Personal Jesus”, de Depeche Mode, con Richard a la voz y que fue tocado una primera vez con David dando de comulgar los presentes pan con cecina untada, después de la cual brindaron con una portaescobilla del baño, colocándose el cantante un sujetador con un par de biberones y dando de beber a los presentes, mientras repetían el corte de los británicos.

Más tranquilo comenzó “Condones de cecina”, de su ópera prima, un tema que luego tuvo más fuerza y que fue muy coreado y pegadizo, para seguir en el mismo disco con el que denominaron un clásico, “Choco Jungly”, un corte muy rápido y cañero, que acabó siendo cantado por todos, tras el que presentaron a los integrantes de la banda, para continuar con “Lorenzo Lamas”, de su actual trabajo una canción que empezaron cantando a capela, cogiendo intensidad después, dejándonos una pieza muy contundente y machacona.

Nos avisaron de que no iban a hacer eso de que acababan y luego volvían, advirtiendo que quedaban muy pocos temas, siendo el siguiente en sonar “No soy Amancio Ortega”, otro de los que aparecían en su recopilatorio del pasado año, pero que han recuperado para su actual trabajo, un corte que David dedicó a su jefe y a los nuestros, contando con un animado inicio y que fue muy cantado y pegadizo.

Otro de esos temas que han aparecido tanto en su recopilatorio, como en su actual disco, es el genial “Pudrirme en la ITV”, vacilando sobre aquellas cosas que no son necesarias, pero que nos amargan la vida, un corte que empezó muy relajado y en el que su vocalista bajó un instante a cantar entre los asistentes, intensificándose con ese quedón estribillo, un verdadero himno, que fue cantado por todos los allí congregados.

Volvieron a recordar su ópera prima con el que denominaron un clásico, “Mis amigos de mierda”, un tema potente y movido, tras el que comentaron que tenían que quitar algún corte de su repertorio, continuando con “Riñones de leche”, de su segundo disco, la cual David dedicó a su padre, una canción para la que el vocalista bajo a cantar entre los presentes, siendo muy celebrada y animada, además de ser tocada a toda velocidad.

David se quitó el pantalón para quedarse en ropa interior y lanzarnos un dilema, si preferíamos lanzar bombas a Israel o que se muriese nuestro jefe, siendo el turno de “Calcetines de ayer”, de su actual trabajo, un corte que fue muy intenso y veloz, pasando a brindar con un orinal y continuar con “Nocilla de 2 colores”, de su segundo disco y que David dedicó a su pareja, agradeciendo la acogida y el trato de la asociación, de sus compañeros de cartel y de los allí congregados, una canción muy movida y pegadiza, volviéndose muy rápida en su final.

Sin duda, el verdadero himno de este trío es “Los de la capi”, otro que estaba en su recopilatorio y que han recuperado para este nuevo disco, dedicado a los de Madrid, animándonos a revindicar nuestra procedencia rural, comenzando con ese ritmo potente, muy movido y siendo un corte que fue cantado con muchas ganas por todos los allí congregados, ya que era muy esperado, con semi striptease de David incluido.

Y se despedían con “Arroz con costilla”, de su segundo disco y es que lo bueno de vivir solo es que puedes comer lo que quieras, pero los domingos a comer a casa de mamá, una canción muy cantada y movida, además de celebrada, y con la que pusieron el punto final a su velada, tras estar sobre las tablas más de hora y media, y mientras sonaba como outro su “Los de la capi” en versión dance.

Catalina Grande Piñón Pequeño nos ofrecieron una gran actuación, muy divertida y amena, haciéndonos, por un lado, disfrutar con su música y degustar la calidad de sus canciones, y, por otro lado, logrando que, en todo momento, estuviésemos metidos en el concierto, ya que no pararon de interactuar con los allí presentes ni un solo segundo, logrando una verdadera comunión con la concurrencia.

La verdad es que estamos ante una de esas bandas que están a punto de romper con todo, ya que tienen una verdadera colección de temas, que son celebrados y coreados por sus seguidores, siendo canciones a veces más vacilonas, pero sin perder ese mensaje reivindicativo que contienen sus composiciones, ni abandonar ese aire festivo y desenfado que tiene su propuesta.

Parece ser que en pocos meses volverán a pisar la tierruca y yo, desde luego, no me los pienso perder y tú deberías ir a verlos en cuanto tengas la ocasión, porque lo vas a gozar.

www.facebook.com/profile.php?id=100063647048551
catalinagrandepinonpequeno.bandcamp.com
www.youtube.com/channel/UCwSMi3YnE-eMZfhTtmFLkQg
www.instagram.com/catalinagrandepinonpequeno

Después de despedirme de algunos de los presentes y con los dos últimos Cds de los leoneses debajo del brazo, me fui de la Asociación Cultural Octubre de Sierrapando, en donde disfrutamos con dos grandes conciertos, a cargo de Reimon y Garfunkel y Catalina Grande Piñón Pequeño, en un gran ambiente y en una noche en la que todos lo pasamos muy bien gracias a la enorme labor de la gente que gestiona este espacio; gracias por todo ello.