Si la jornada anterior había discurrido en un cierto kaos organizativo ante la masiva afluencia de público a primeras horas de la tarde, soportando los miles de asistentes largas colas tanto para subirse a uno de los cuantos autobuses, los cuales te transportaban de forma gratuita y apresuradamente al recinto, como adquirir tickets de bebida o comida.
En esta segunda jornada se volvía a una cierta normalidad, la habitual en este tipo de acontecimientos musicales. Una llegada de espectadores mucho más escalonada, siendo los más madrugadores los que disfrutaron de bandas más underground, como la de Capsula, Wild Beasts o Gomez.
Bajo el nombre de Capsula se esconden tres músicos entusiastas del rock alternativo, experimental y psicodélico, que planifican sus actuaciones con suma escrupulosidad, pretendiendo una exhibición de un sello inconfundible de expresividad propia, ardiente y conmovedor hasta la médula. A grandes rasgos, la descarga que nos ofrecieron esa tarde fue desenfrenada y sádica, de puro rock and roll enloquecido y envolvente.
Mientras su front-man, Martín Guevara, iba desaforándose sin límites, su compañera al bajo, Coni Lisica, quien lucía en su cabeza una diadema con orejas de ratón, se contoneaba coquetamente adornando las canciones con ricas tesituras, para terminar arrodillada en la parte delantera del escenario, seduciendo al personal con su mirada felina.
Que gran razón tienen cuando definen su música, tal que así: “Holograma furioso que estalla en ambientes, viajes y ritmos diversos” ¡Los Sonic Youth vascos!
Capsula
Aunque el calor seguía siguiendo sofocante nadie parecía estar dispuesto a perderse la actuación de los británicos Wild Beasts, maestros creadores de vibrantes melodías pop escondidas tras juegos vocales primorosos. Una conjunción de registros disonantes (falsetes y operísticos), suministradores de cierta frescura y unos especiales matices de seducción, con los que en breve escalarán posiciones y alcanzarán la cima del éxito.
Hayden Thorpe es el líder indiscutible de la banda, quien lleva prácticamente todo el peso, dominando con autoridad y docilidad, sus dos facetas, la de cantar y tocar la guitarra, marcando una personalidad sugestiva a la propuesta y dando sentido a esa búsqueda de un sonido propio. ¡Emocionantes y musicalmente brillantes!
Los ingleses Gomez, aparte de dar rienda suelta a su creatividad, encima de un escenario, se dejan llevar por sus emociones e impulsos. Una actitud positiva y contagiosa, suscitando al público, a un disfrute intenso de su coctelera musical. Una vorágine de influencias y dispares estilos musicales, indie, rock alternativo, folk e incluso sonidos experimentales. Que tres de sus músicos se vayan alternando a las voces, fue uno de sus principales atractivos, con el que nos consiguieron tener en vilo, creando una cierta expectación.
¡No tocaron demasiado pero el nivel de efectividad fue el esperado!
Gomez
Menos mal que las nubes hicieron acto de presencia porque nos hubiera dado un pasmo presenciar el brutal directo de los escoceses Biffy Clyro, con el sol dando de cara. No creo que nadie, al término, pusiera un pero al recital brindado por estos precisos músicos.
Un directo ponente, lleno de fuerza y un repertorio irreprochable, cortes de su laureado último trabajo “Only Revolutions”, por citar algunos: “Many Of Horror”, “Bubbles” , “Born On A Horse”, en los que desprendieron seriedad y una personalidad sorprendente. ¡Mucho sudor, violentos cambios de ritmo y unos riffs adictivos!
Es incompresible que los neoyorquinos Coheed And Cambria no fueran capaces de acaparar el interés de más público, siendo un grupo que puede gustar, por igual, tanto a los seguidores de rock clásico como metal moderno.
Sin embargo dieron una gran lección de cómo un sonido alejado de lo que se vende en estos días, puede causar furor y conmoción. Los estupendos y peculiares registros vocales de Claudio Sanchez, a quien en gran parte del show, su voluminosa melena le tapaba la cara, no impidiéndole en absoluto explayarse simultáneamente con pletóricos riffs de guitarra, iban siendo respaldados casi siempre por el ardor del resto de sus compañeros, en particular por Travis Stever, un guitarrista en un estado de forma envidiable.
El sonido fue impecable durante toda la actuación y los temas fueron sucediéndose con persuasiva vehemencia, enrevesadas melodías como: “The Suffering”, “The Broken”, “World of lines”, eran platos de buen gusto para unos y otros. La entrega y el derroche físico en “Welcome Home”, el último tema fue para enmarcar. Un ejemplo a seguir por las bandas que acaban de comenzar en este mundillo. ¡Subidón fue poco!
Biffy Clyro
Muchos fuimos los que cuestionamos la presencia de Gogol Bordello en el cartel, eso si, sin menospreciar su potencial ni talento, fundamentándolo en que dicha propuesta musical difería mucho con respecto a las demás.
A pesar de ello, creo que fue uno de los grandes aciertos por parte de la organización, la banda demostró ser un huracán en directo, conectando con el público en base a su energía y locura sonora, una mezcla de sonidos balcánicos, dub, flamenco, reggae, punk, rock y música gitana, con la que invitaron a desmelenar, saltando y bailando, hasta lo que fuéramos capaces de aguantar.
Los sietes músicos, arropados en determinados momentos por una animada bailarina, abordaron lo más granado de su repertorio, intentando sacar el espíritu juerguista y juvenil de cada presente. ¡Revolucionarios!
División de opiniones suscitó la actuación de la leyenda viva Paul Weller (fundador de The Jam y The Style Council). Todo porque prefirió brindar un repertorio sensiblero, predominando las melodías sosegadas, dulces y tiernas que a gran parte del público le resultó difícil de digerir.
A mi parecer, fue de lo más elocuente, un sugestivo combinado de soul, rock, folk y pop, rico en texturas, afirmando su adicción a la superación y respuesta a la llamada de sus emociones.
Entre apasionados canciones como: “Andromeda”, “Broken Stones”, That’s Entertainment”, nos recordó su paso por The Style Council con una impecable “Shout To The Top”. Señalar que en la actualidad se encuentra arropado por Steve Cradock (Ocean Colour Scene) a la guitarra y Andy Lewis al bajo. ¡Sonidos de Hammond y guitarras setenteras!
Paul Weller
De la mano de Alice In Chains y Pearl Jam, las dos únicas grandes bandas supervivientes del movimiento grunge, nos embarcamos en un viaje emocionante e intenso al pasado. A esa adolescencia en el que estábamos fuertemente influenciados por una corriente contra-cultural, más allá de lo propiamente musical y bastante estílistica, “El Grunge”, con la que nos sentíamos absolutamente identificados,
Un sentimiento de rabia y anti-sistema que surgió en la década de los 90 entre los jóvenes estadounidenses. Se puede decir que ya queda muy poco de esa filosofía y estilo contestatario, la mayoría hemos cumplido los 30 y tenemos una vida totalmente distinta, llena de responsabilidades y con mentalidades mucho más maduras y reflexivas. Ya no llevamos el pelo largo ni vestimos con esas peculiares vestimentas, camisas de leñador ni botas Dr. Marteens. Aunque siempre es agradable recordar aquellos aires de inconformidad y rebeldía que presidían nuestras vidas.
Para la gran mayoría era la primera vez, en presenciar un directo de Alice In Chains. Muchos (En los que me incluyo) desafortunadamente no aprovechamos la oportunidad brindada hace 4 años, en la sala Santana (Bilbao), en la que ni por asomo, lograron llenar la mitad del aforo. Los tiempos han cambiado y en la actualidad gozan de una mayor popularidad, a pesar de que la sombra de su original vocalista Layne Staley, quien murió de sobredosis el 5 de abril de 2002, siga todavía rondando en torno a la banda.
Su nuevo vocalista William Duvall, ha sido el encargado de resurgir al grupo y reponerles tras esa trágica muerte, inyectándoles persuasivas dosis de ilusión y convicción, las cuales han contribuido posteriormente a embarcarse en la aventura de la publicación de un nuevo disco “Check My Brain”, después de diez años de silencio.
Aunque no fueran los principales cabezas de cartel, quizás para algunos si los fuera, salieron en su afán de engrandecerse y hacer valer su condición de suntuosidad y distinción. La miradas recayeron principalmente en el vocalista de color, que solventó la partida de forma colosal, cantando con desgarro, el compromiso adquirido y sentimiento preciso para llegar al alma de los oyentes. Seguro que Layne desde el cielo se encuentra feliz y orgulloso de que el resto de sus viejos compañeros hayan recobrado el ánimo y la confianza de continuar haciendo historia, con la ayuda de este fenomenal músico.
Alice In Chains
La primera recta del show fue una buena declaración de intenciones, “Rain When I Die” y “Them Bones” adquirieron dimensiones perfectas, con la peña disfrutando a tope y el grupo dando lo mejor de si mismos. Después la actuación pivotó alrededor de su último disco, desplegando una luminiscencia de sonido que rozaba la perfección divina. Así fueron cayendo “Check My Brain”, “Your Decision”, “Acid Blue”...
Suenan los acordes precisos perfectamente encuadrados en el tiempo en “Nutshell”, una de las remisiones al majestuoso disco “Jar Of Flies”, dedicada a la memoria del inigualable Layne Staley, dando a paso al festín de melodías infalibles “Man In The Box”, la de espíritu adolescente, “Would?”, que fue encargada de poner la banda sonora a la película “Singles” y “Rooster”, el momento más emocionante e intenso puesto que contaron con la ayuda del guitarrista Mike McCready (Pearl Jam) y que sirvió de cierre y broche de oro a una descarga memorable. Lástima que se dejaran en el tintero la fascinante “No Excuses”.
Set List
-Rain When I Die
-Them Bones
-Dam That River
-Again
-Check My Brain
-Your Decision
-Love, Hate, Love
-We Die Young
-Acid Bubble
-Nutshell
-Man in the Box
-Would?
-Rooster
¡El legado está vivo!
Alice In Chains
La legendaria banda de rock estadounidense, Pearl Jam, es considerada como una de las bandas de rock más carismática de los 90. Todo porque prefirieron nadar a contracorriente, no venderse sin esfuerzo, dedicarse por completo a su música e intentar corresponder a sus seguidores en todo lo que tuvieran en sus manos, como fue el caso de hacer boicot a la empresa Ticketmaster cuando sin consultarles. encareció el precio de las entradas de sus conciertos. A pesar de los pesares, nunca han querido bajarse de esa burra y renunciar a sus honrados principios, ideales de auto gestión y anti capitalismo.
Aunque lo que más impresiona de esta formación es la magia que desprenden en vivo, exteriorizando portentosas cualidades, una imaginación e ingenio señorial mediante un correcto manejo de la situación y estupenda actitud de disfrute y devoción. Tocan como si se tratara de su último concierto, entregados y sumisos con su público.
El concierto de esa noche no fue para menos, cinco músicos desbocados, tomándoselo de una manera muy profesional, aunque el sonido no fuera el deseado, menos deslumbrante y aplastante que el de sus compatriotas Alice In Chains, aunque me duela decirlo.
Siendo la única fecha en nuestro país, no era nada sorprendente, la masiva asistencia, 31.000 personas extenuadas y anonadadas por el buen hacer de los músicos y fenomenal recital de rock, guitarras arrebatadoras y envolventes y voces poderosas y salvajes, que son capaces de traspasar fronteras y épocas.
Una frenética “Do The Evolution” abrió la caja de las esencias, dando el punto en el cual ya pensamos que habíamos sido muy afortunados de estar allí, un Eddie Vedder impresionante, con ciertos síntomas de embriaguez pero con mucho porte, una voz con mucha personalidad y fuerza, capaz de hacer el mejor rock y sin forzar demasiado.
La siguiente “Corduroy” fue otro pedazo de canción en la que sacó todo a relucir, una interpretación majestuosa, derrochando ganas y consiguiendo erizar la piel del oyente. Después de un par más, “Hail, Hail” y “Why Go”, el saludo a la parroquia, “Gabon Bilbao”, para proceder a leer unas palabras en castellano que tenía escritas en un folio mientras en la otra mano sujetaba una botella de rioja, la cual iba pegando tragos a lo largo del show. “Estamos muy contentos de estar hoy con vosotros en Euskadi. He escrito muchas de estas canciones bebiendo vuestro vino e intentaremos tocar todas ellas”
Pearl Jam
La labor de Matt Cameron es encomiable y vital para que los temas adquieran mucho punch y que esos rabiosos riffs de guitarra no naveguen en el aire, sin apenás distorsión ni sentido.
“The Fixer”, el primer single de su último trabajo “Backspacer” se escuchó compacta y con una fuerza barbara, un trepidante ritmo impuesto desde la batería y que tanto Stone Gossard y Michael McCready la firmaron con sus deliciosas habilidades a las guitarras. Mientras tanto el bajista Jeff Ament se divertía pegándose algún que otro saltito.
Las nuevas composiciones como fueron el caso de “Got Some”, “Unthought Known” y “Just Breathe” nos mostraban a una banda más sólida, de una mayor madurez artística y personal. Por momentos parecíamos que estábamos perdidos en el tiempo y presenciando un concierto de The Who, dada la grandeza expuesta. Por supuesto los que generaron la locura y provocaron un ajetreo descontrolado entre el público fueron los temas de sus primeros trabajos “Ten” y “Vs”, con los que se dieron a conocer mundialmente, algunos que sonaron fueron la apasionada “Dissident”, la balada “Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town”, la archi conocida “Alive” y la emotiva “Daughter” en la que Eddie invitó a subir a un chico (llamado Damian), quien portaba una pancarta en la que ponía que quería cantar un tema junto a ellos. Un sueño hecho realidad, ganándose el cariño y la envidia, de unos y otros.
Otra chica no corrió tanta suerte y se quedó sin escuchar la canción que pedía incesantemente en su pancarta
la fascinante “State Of Love And Trust”. Destacar que en el tramo central rindieron un cariñoso homenaje a Joe Strummer con una versión sublime del “Arms Aloft”. Eddie continuaba explayándose con insistentes discursos, ejerciendo de líder indiscutible.
Pasada la hora de actuación, después de una demoledora ejecución de “Porch”, arropada por las miles de gargantas, la banda se despidió por primera vez, para retornar rápidamente la senda con un par de bloques vibrantes, obsequiándonos con las obligadas “Black”, la cual emocionó y soltó la lágrima de alguno, “Rearviewmirror”, “Daugther” y “Alive”, entre otras, mostrando la banda su cara más perfecta y radiante, en donde la magia fluye sin impedimentos. Dado el clima y el desarrollo del concierto habría sido todo un detalle que hubieran interpretado un par más. Unos días después nos enteramos que Matt Cameron sufrió en la parte final un golpe en el ojo al escaparse una de sus baquetas, por lo que pudo influir en que no tocasen más. ¡Colosales!
Set List
-Do The Evolution
-Corduroy
-Hail Hail
-Why Go
-The Fixer
-Dissident
-Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town
-Unthought Known
-Even Flow
-Arms Aloft (Joe Strummer & The Mescaleros cover)
-Given To Fly
-Comatose
-Porch
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-Got Some
-Amongst The Waves
-Black
-Rearviewmirror
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-Just Breathe
-Daughter
-Alive
Pearl Jam
La segunda jornada se cerraba con un buen sabor de boca, gracias a la desenfrenada actuación de los irlandeses Dropkick Murphys, que nos regalaron algunas joyas de esa suculenta y perfecta combinación de punk, oil! y el folk irlandés como: “State of Massachusetts”, “Spicy McHaggis Jig & Worker's song”, “Fields Of Athenry” y “Flannigan's Ball", para que los pogos y bailes se sucedieran en las primeras filas. ¡Fiesta asegurada!