El primer sábado del mes de junio nos traía un sinfín de buenos conciertos repartidos por la geografía cántabra, pero yo tenía muy claro que mi cita era al lado de mi casa, en el Varuko de Vioño, a donde regresaría a ver música en directo 8 meses después de hacerlo por última vez, ya que visitaban dicho local Emboque y Aranea Adventus, probablemente las dos bandas en activo más conocidas del Heavy Metal de nuestra tierruca.
Como es habitual en este establecimiento, a donde suelo acudir a distraerme con frecuencia, el bueno de Toño, la persona al frente del mismo, nos iba a deleitar, no solo con la buena música de estas dos bandas de manera gratuita, sino que, además, había preparado una buena chorizada para que todos pudiéramos pasar mejor nuestras copas, y todo ello con mucha presencia de público.
Los primeros en subir al escenario, situado en el jardín ubicado en el exterior del local y con carpa por si le diese por llover, fueron Aranea Adventus, a los que había visto por última vez exactamente 3 meses atrás y que este año cumplen 15 años en activo, siendo la formación la integrada por Lolo, voz y guitarra, Teddy, guitarra y coros, Tista, bajo y coros, y Víctor, batería.
Aranea Adventus
Durante este tiempo han editado los discos “Capítulo I- La llegada de la araña”, del 2012, “Capítulo II- En la tierra del silencio”, del 2016, “Capítulo III- El laberinto del tiempo”, del 2019 y con el que les entrevistamos, y “Capitulo IV- El resurgir de la araña”, del pasado 2024.
El “The key of time”, la intro que abre su actual plástico, fue la que nos avisó de que aquello iba a iniciarse, con los músicos ya dispuestos a repartir caña, comenzando propiamente su actuación con esa cabalgada inicial que da paso a “Algún día”, de su anterior obra, un tema muy conocido y celebrado, que sonó muy intenso y que fue todo un cañonazo.
Tras saludarnos y presentarse, continuaron con “Lucha por la libertad”, de su actual disco, un corte machacón y poderoso, que sonó muy intenso y que contó con un buen duelo de solos de guitarra, con Lolo tocando durante un instante entre el público, acelerándose el tema en su parte final, para pasar a mostrarse encantados de estar allí y recordar sus 15 años en activo y los 31 de sus compañeros de cartel, pidiendo nuestra colaboración para la siguiente pieza, “Cabalgando”, de su ópera prima, que fue dedicada a la vieja escuela, ósea a sus seguidores más antiguos, una canción muy conocida y celebrada, ya que es clásica y que contó con esa parte en que el bajo cobra más protagonismo.
Aranea Adventus
De vuelta a su nueva criatura era el turno de “Sudor frío”, un tema que quisieron dedicar a todas las personas que sufren enfermedades mentales, el cual empezó calmado, cogiendo más fuerza progresivamente, aunque se paró más adelante, antes de recuperar la energía previa y acelerándose en su parte final, no dejando este disco, para tocar “Lestat”, una pieza que, reconocieron, no pensaban que iba a tener tanta aceptación, la cual comenzó con el sonido de los platillos, volviéndose más guitarrera, siendo una canción muy pegadiza y quedona, la cual tuvo un ritmo constante.
Reiteraron lo encantados que estaban de estar tocando allí, vacilando sobre que era el turno de una balada, pero lo que en realidad llegaba era otro tema de este último álbum, “Desertor”, enseñándonos como teníamos que cantar el estribillo, un corte tocado a toda velocidad, muy rápido y participativo, dejándonos un verdadero trallazo, continuando en esa obra del pasado año con “A todo gas”, una pieza que fue dedicada a sus amigos moteros, recordando que la siguiente semana tocaban para ellos, la cual empezó calmada, aunque con un ritmo marcado, acelerándose después y siendo una canción muy pegadiza y potente, que se relajó brevemente, antes de recuperar la energía previa y contando con un buen duelo de solos de guitarra.
Turno ahora para recuperar un tema que habían editado en su ópera prima, pero que no es muy habitual en sus últimos directos, como es el caso de “Aranea”, con ese sonido de guitara inicial, acelerándose luego, alternando partes más rápidas y otras más pesadas, dando paso a ese estribillo tan pegadizo y arengándonos en este corte tan celebrado y coreado, tras el que nos avisaron de que aquello se iba acabando, dando paso a el autoproclamado himno de Torrelavega, “Fuera de la ley”, de aquellos Galeón en los que estaba Teddy y que recuperaron para su segundo disco, una canción clásica y muy cantada, dejándonos con un intenso final.
Precisamente Teddy había celebrado esa misma semana su cumpleaños y allí le sacaron una tarta y le obsequiaron con unos regalos, para continuar el concierto con “Doncella de hierro”, de su ópera prima, para la que subió a cantar con ellos Raúl Galván, de Emboque, un tema que empezó de manera sosegada con la voz de invitado, para luego ser Lolo el que cantase, empezando a meter caña cuando Teddy saca a relucir el sonido de su guitarra, un corte muy coreado y cantado por todos los allí congregados, disfrutando de esa alternancia en las voces y de esos duelos de guitarra, siendo una canción muy pegadiza, la cual se relajó en su parte final, con la voz de Lolo prolongándola.
Aranea Adventus
Nos avisaron de que iban a ir acabando, agradeciendo a Toño su trato, regresando a su actual disco con “Quiero volar”, un tema que sonó muy potente y cañero, metiendo bien de tiza y siendo muy coreado, demostrando que los nuevos cortes han calado muy bien entre los seguidores del grupo, para despedirse, definitivamente, con “La leyenda del pirata”, de su ópera prima y es que no estábamos lejos del mar, una canción que empezó muy machacona y que fue muy cantada, siendo una pieza clásica y muy aclamada, con ese sonido tan característico y en la que Lolo se acercó a las primeras filas.
De esta manera y tras estar sobre las tablas casi una hora y media, concluía este concierto, muy ameno y divertido, de unos Aranea Adventus, que lo dieron todo sobre el escenario, como en ellos es habitual, haciéndonos disfrutar con todos esos temas, que son verdaderos himnos, de esos que disfrutas cantando en casa, pero con los que en directo te acabas dejando la voz, ya que suenan infinitamente más potentes.
La banda suena ahora muy compacta y se la ve muy cómoda sobre las tablas, habiendo editado, hasta el momento. 4 discos muy buenos, todos ellos repletos de grandes temas y siempre mejorando al precedente, pero, sobre todo, se han sabido ganar el cariño de todos los seguidores a este estilo, a base de dar muchos conciertos y de entregar hasta la última gota de sudor en cada uno de ellos.
Seguro que no tardaré mucho en volver a encontrarme con Aranea Adventus en un concierto y es que son una banda para disfrutar sobre un escenario, una experiencia, que, por supuesto, os recomiendo.
Después del habitual cambio de instrumentos, teníamos sobre el escenario a los chicos de Emboque, que este año cumplen ya 31 años en activo de manera ininterrumpida y cuya formación está compuesta por Raúl Galván, voz y bajo, Mario Galván, guitarra y coros, y Carlos Quintana, batería, siendo la última vez que los vi en directo el día de la celebración de sus 3 décadas como banda.
Y comenzaron su velada de la misma manera que lo hacía su ópera prima, es decir, con el bello sonido de “Amia”, un tema que siempre me resulta muy emotivo y que fue muy celebrado, contando con ese parón para que el corte recupere la fuerza precedente, para, tras saludarnos, ser la batería la que lo unió con “Al mismo nivel”, de su segundo disco, una canción mítica y muy buena, la cual también fue muy coreada y que contó con un muy buen solo de Mario.
Emboque
Turno para agradecernos este ambiente, haciéndolo extensible al local y a sus compañeros de cartel, para continuar con “Revolución”, el que abría su segundo plástico, un verdadero temazo, que fue tocado a toda velocidad, siendo un corte muy rápido y esperado, en el que, una vez más, Mario nos regaló un gran solo de guitarra, tras el cual nos comentaron que para este concierto, con el que iniciaban la gira 2025, habían recuperado canciones que hacía mucho que no tocaban, como es el caso de “Mis ideas”, la que daba inicio a su magistral”6”, que habla sobre las dificultades para componer cuando se está bloqueado, comenzando con el sonido del bajo, siendo una pieza machacona y poderosa, al mismo tiempo que pegadiza y con un gran solo de Mario, que aceleró la composición.
Después de preguntarnos si todo iba bien, con positiva respuesta de la gente, recuperaron “Gran ciudad”, de su cuarto álbum, un tema que empezó calmado, pero que fue cogiendo velocidad, siendo un muy buen corte, que se volvió a relajar, con el bajo muy presente, antes de recuperar la fuerza previa y ofrecernos un extraordinario solo de Mario, para volver a su disco de hace 8 años con “No creas en mí”, una de mis piezas favoritas de esa obra y que tuvo un arranque en falso, la cual sonó contundente y con rabia, una canción que tiene un ritmo muy quedón y un estribillo muy pegadizo, la cual fue muy celebrada y que contó con esa parte en que se sosiega, antes de adentrarse en un vertiginoso solo de guitarra.
Llegaba el momento de recordar su actual disco con “Nada”, un tema que empezó con un sonido machacón, convirtiéndose en un corte muy pegadizo y potente, para continuar con su compañera de álbum “Noche negra”, para la que Mario se situó en medio del escenario, dándole inicio con un sonido muy guitarrero, una muy buena canción y que tuvo un ritmo muy oscuro y cañero.
Emboque
Nos vacilaron sobre que estaban terminando, comenzado a sonar ese solo de guitarra que da paso a “Aníbal”, ese tema de su cuarto disco que es ya mítico y que fue coreado y celebrado, demostrando que es uno de los cortes más queridos de su trayectoria, con ese amago de acabar, antes de recuperar la fuerza y ese sonido machacón que tiene el mismo, para regresar a su obra de hace 8 años con “Aprendiz”, una pieza guitarrera y con ese sonido tan característico, la cual resultó muy cañera y juguetona, dejándonos ese solo de guitarra cuando la canción se relaja, antes de recuperar la potencia previa.
Un momento muy especial fue cuando tocaron “La caverna”, de su tercer disco, para el que contaron con la colaboración de Teddy, de Aranea Adventus, a la segunda guitara y de Bruno Quintana, sustituyendo a su padre, a la batería, un corte que empezó con un sonido guitarrero y contundente, para luego relajarse y de nuevo recuperar esa fuerza precedente, siendo un tema muy pegadizo y con diversos cambios de intensidad, bajando las revoluciones, antes de dar paso a un gran solo de Mario y concluyendo de manera cañera.
Ya sin los invitados y con la formación titular, continuaron con “Hola”, de su disco de hace 8 años, avisándonos de que era el momento de sosegar aquello y que este tema habla del nacimiento de un hijo, empezando calmado y con ese bello sonido de guitarra inicial, un corte muy entrañable e intensificándose progresivamente, siendo muy coreado y que contó con un gran solo final, para pasar a anunciarnos que acababan con una que conocíamos todos, siendo dicha pieza “El héroe”, de su cuarto plástico, la cual comenzó muy rápida y que fue muy potente, relajándose antes de ese gran solo de guitarra.
Emboque
Y aunque hicieron amago de irse, la gente quería más y ellos se animaron a tocar algún tema más, no sin antes agradecer a Aranea Adventus el que hubiesen contado con ellos para este evento, pidiéndonos ayuda para “Estaré”, de su disco del 2017, que se inició con el sonido de las palmas, un corte muy juguetón y con un buen solo de guitarra, además de contar con es momento para que coreásemos y con Mario bajando entre la gente, para, tras pedir un fuerte aplauso para Toño y el Varuko, despedirse con “Inmortal”, del mismo plástico, una pieza que es un verdadero himno y que fue muy celebrada, con Raúl animándose y saliendo a tocar entre la gente.
De esta manera y tras estar sobre las tablas también casi una hora y media, concluía otro grandísimo concierto de Emboque, una banda muy especial y que es muy querida en esta tierra, gracias a la enorme calidad que tienen, a esa gran cantidad de himnos, que han cosechado en estas más de 3 décadas en activo, y, sobre todo, a su cercanía y humildad para no creérselo, cuando tienen motivos más que evidentes para ello.
Y es que, sin desmerecer lo conseguido por otras bandas, creo que con Emboque se ha cometido una injustica en la escena estatal, ya que son mucho mejores que otras formaciones que han triunfado, pero eso a ellos les da igual y siguen a lo suyo, disfrutando de cada concierto y creando auténticos temazos, habiendo forjado, además, una verdadera familia en torno a la música y eso es lo verdaderamente importante.
Emboque son una banda imprescindible dentro de la historia del Heavy estatal y esta noche lo volvieron a confirmar; no te los pierdas en cuanto puedas verlos en vivo.
Y de esta manera concluía la música en directo en este local, pero la noche se prolongó algo más, entre risas, copas y conversaciones varias, pero siempre con el recuerdo de estas dos grandes actuaciones que nos habían brindado Aranea Adventus y Emboque, dos pilares fundamentales del Heavy Metal de la tierruca, y todo ello gracias a Toño y al Varuko, que sigue apostando por dar cabida, en su recinto, a conciertos de diversos estilos.